Comunicada por tres carreteras autonómicas y dos provinciales, una de las asignaturas pendientes de Priego sigue siendo su red viaria, dándose la triste circunstancia de ser la única localidad de tamaño medio del sur de la provincia por la que no pasa ninguna autovía ni vía de alta velocidad, circunstancia que acentúa más si cabe el tradicional aislamiento que, debido a unas malas comunicaciones terrestres, ha sufrido históricamente la localidad.

Si a ello unimos que la autovía más cercana, en este caso la A-45 y el tramo de la A-318 que arranca en Cabra, se encuentran a más de 30 kilómetros y que una de las actuaciones más demandadas por las distintas corporaciones municipales en las últimas tres décadas, la finalización de la A-333, ha sido excluida del Plan Pista 2020, la situación es ciertamente preocupante.

Al margen de la situación que presenta el casco urbano, donde la necesidad de contar con rondas de circunvalación que lo descongestionen es otra de las consideradas demandas históricas, la situación de la red autonómica y provincial presenta ciertas carencias dignas de mencionar.

La primera de ellas es la intensidad media diaria que registra la A-339, con 4.154 vehículos en el tramo que discurre entre Cabra y Priego, y 4.750 entre Priego y Almedinilla, lo que en el 2015, según el último aforo de la Junta, supuso la nada despreciable cifra de 67.569.483 vehículos por kilómetro al año. La construcción de un carril de vehículos lentos en el 2008 en los tramos de la A-333 que discurren por el puerto de El Mojón mejoraron en parte la seguridad de esta vía en la que siguen existiendo varios puntos negros y en la que cada año se registra un buen número de accidentes, algunos de ellos de cierta gravedad e incluso mortales.

Pero si sinuoso es el trazado de la A-333, la joya de la corona en cuanto a peligrosidad se la lleva la A-4154, que discurre por el trazado de la antigua N-321, uniendo Priego con Loja y, por tanto, con la A-92, a través de 42 kilómetros plagados de curvas. Precisamente en esta carretera, según los datos de la DGT, se registra la velocidad media más baja de la red viaria de la comarca, con 40 kilómetros por hora, debido a la sinuosidad de su trazado, prácticamente sin cambios desde que fuera construida en el primer tercio del pasado siglo.

En cuanto a la red provincial, las mejoras realizadas en los últimos años han mejorado la conexión entre las aldeas del término municipal que, pese a ello, presenta un gran déficit en materia de carreteras.