Asaja prevé llegar al final de la campaña con apenas 200.000 toneladas de aceite de oliva, lo que en la práctica significa acabar sin excedentes. La organización agraria destaca las salidas al mercado durante el mes de mayo, el octavo de la campaña de comercialización, que ascendieron a 124.000 toneladas según los datos provisionales hechos públicos por la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA). Una cifra que considera «muy positiva» y que, teniendo en cuenta que las existencias actuales son de 691.000 toneladas, llevaría al sector a finalizar la campaña con «stock cero».

Para Asaja, esta es una «muy buena cifra y la tercera más alta para un mes de mayo de los últimos seis años». Además, la patronal agraria señala que con este dato «se rompe la tendencia a la baja que marcó el pasado abril, motivado en gran parte por el parón de Semana Santa». La media de salidas mensuales de aceite al mercado se sitúa en 124.000 toneladas en los ocho meses que van de campaña de comercialización. A este ritmo, y teniendo en cuenta que las existencias totales a 31 de mayo eran de 691.000 toneladas, «nos encontraríamos a final de campaña con stock de aceite de alrededor de 200.000 toneladas, lo que significa un enlace cero», afirma en un comunicado el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa.

En cuanto a la provincia de Córdoba, las salidas de aceite al mercado han sido similares al mes pasado, 20.100 toneladas en abril y 19.886 toneladas en mayo. Por otro lado, la producción de esta campaña se sitúa en torno a 1.282.000 toneladas, un total de 113.100 toneladas menos que la campaña pasada. Se trata de la tercera menor producción después de la campaña 2012/13 (618.200 toneladas) y la de 2014/15 con 842.000 toneladas. Con estas cifras, según Asaja, «el precio no tiene por qué variar de la tendencia actual, máxime teniendo en cuenta el déficit de aceite del resto de los principales países productores, como son Italia, Grecia o Túnez».

LA PRÓXIMA COSECHA// Con respecto a la cosecha del año que viene, Fernández de Mesa considera que es fundamental que llueva, debido a que, «pese a que la floración ha sido buena y la formación de fruto avanza, debido a las altas temperaturas y el déficit de precipitaciones acumulado se puede perder mucha aceituna por el camino» a consecuencia del estrés hídrico que afecta al árbol.