Me encanta la Historia y aquellos establecimientos que han perdurado con el paso de los siglos. Sobre todo los que lo han hecho además sin perder un ápice de su esencia y que lo llevan a gala como su gran elemento diferenciador. Hoy vengo a Mesón del Duque atraído por sus más de tres siglos de historia y el buen hacer de sus propietarios, el matrimonio formado por Andrés Berral y María Teresa Zurita. Él se dedica además a la industria elaboradora de jamones en Alibética y ella es médico, pero ambos siempre han tenido muy claro que Mesón del Duque es su gran proyecto juntos. Como dice ella, con un hombre detrás de una barra y una mujer en la cocina se puede vivir. A eso le añado su talento y cariño al negocio. Su cocina es tradicional y riquísima y, fruto de ese compromiso con la tradición, nos presentan el mismo arroz con leche que se ha cocinado durante muchas generaciones en las casas de Fernán Núñez. Pinta muy bien y su sabor es excelente, pero quiero conocer el porqué de su éxito.

-¿Qué es más antiguo la taberna o la receta del arroz con leche?

-Supongo que la taberna, aunque la receta también es antigua.

-Imagino que el arroz con leche es receta de tu mujer.

-Es una receta tradicional de las casas nuestras. Mi mujer es de familia de agricultores y es un postre tradicional y muy habitual.

-Y se os ocurre meterlo en carta.

-Se ha hecho en casa de toda la vida y en nuestra primera etapa en el Mesón lo hacíamos mucho. En la reapertura nos lo pedían, es un postre que va bien porque se puede aguantar dos o tres días.

-En 1972 se quedó tu padre con el negocio y en esa época empieza la comida tradicional, incluyendo este postre.

-El arroz con leche y productos cárnicos de la fábrica que tenemos. De hecho, en una boda llegamos a poner hasta platos de chorizo. No se enfadaron porque eran amigos y les llamaban los chorizos (bromea).

-Tienes dos personas en cocina.

-Sí, María Luisa y mi mujer, que es la que tiene las recetas tradicionales, y muchas veces viene Carmen, que es muy innovadora. Hemos tenido hasta ocho personas.

-¿Por qué decidisteis seguir con el negocio?

-Un hombre detrás de la barra y una mujer en la cocina no se quedan en paro. Tendrán para más o menos, pero lo tenemos muy claro. Este patrimonio es un delito tenerlo cerrado, porque si lo dejas cerrado se cae.

-Y podría formar parte de una visita turística.

-De hecho, está declarado patrimonio histórico artístico. El proyecto es que esto se convierta algún día en un hotel.

-Tenéis comida tradicional, pero también otro tipo de platos.

-Tenemos que adaptarnos y por eso incluimos cocina internacional. Si tuviera que quitar alguno siempre me quedaría con los tradicionales, porque solemos acabar siempre en lo mismo. Tenemos una clientela muy del pueblo y la cocina de diseño, como que no. Te digo que hemos querido meter el cocido de garbanzos, pero nadie viene aquí a comerlo, y eso es lo más tradicional.

-¿Creéis que Fernán Núñez tendría que promocionarse más?

-A un cordobés no se le puede decir, pero yo siempre he dicho que Fernán Núñez es la capital de Córdoba.

-¿Qué atractivo turístico podéis ofrecer?

-Esta plaza, este mesón y los anexos, y una iglesia de Santa Marina, que es una maravilla. Es de las más grandes de Córdoba. Además, estamos a 15 minutos de Córdoba.

-¿Seguirán vuestros hijos con el negocio?

-Tenemos un abogado en un despacho internacional y un arquitecto que ha estado tres años en China y uno Londres, así que ya te lo he dicho todo.