Casi tres mil personas procedentes de distintos puntos de la provincia asistieron ayer en Lucena a un acto de precampaña del PP en el que se dieron cita el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el candidato al Parlamento andaluz, Javier Arenas y el presidente del PP de Córdoba, José Antonio Nieto.

Con la "seriedad y serenidad" como lema, ni Arenas ni Rajoy quisieron prometer en exceso. Apenas un par de cosas. "Nunca he prometido el oro y el moro y ahora no son tiempos de prometer, pero sí de establecer prioridades como el centro sociosanitario de Lucena", aseguró el candidato andaluz, que criticó las reiteradas promesas incumplidas del PSOE.

Rajoy, por su parte, inició su discurso afirmando: "No me comprometo a nada salvo a ser serio" y acto seguido añadió a modo de compromiso: "He dado instrucciones al ministro de Agricultura para que defienda el olivar en las negociaciones con la Unión Europea y habrá Palacio de Congresos". A partir de ahí, tanto el presidente del Gobierno como Arenas centraron sus discursos en destacar las potencialidades de Andalucía y en animar a los andaluces a apostar por el cambio. "Ha llegado la hora de que Andalucía diga adiós al inmovilismo, a la resignación y al conformismo", dijo Rajoy, que destacó el hecho de que "en siete meses, nuestro Gobierno ha hecho más reformas que el PSOE en siete años".

Astuto, el presidente buscó la fórmula para pedir a los asistentes que voten al PP en las elecciones andaluzas sin hacerlo: "No voy a pedir el voto, aunque todo el mundo sabe lo que haría si hubiera empezado la campaña", dijo. Rajoy no escatimó adjetivos a la hora de referirse a Arenas, al que calificó de "hombre sensato, sereno y cabal, que ha recorrido

Andalucía más veces que el resto de candidatos juntos".

Por su parte, el candidato andaluz criticó lo que el PP llama "la estrategia del miedo" del PSOE e insistió en la idea del cambio. "No observo miedo al cambio en la calle, lo que veo es miedo a lo mismo, a que continúen los abusos ". Muy bien asesorado sobre las necesidades de la comarca, como él mismo reconoció, se comprometió ante los lucentinos "a partirme el alma defendiendo la industria del mueble, el frío industrial y el metal".

En la misma línea, Arenas afirmó que la prioridad de su gobierno, si gana el 25-M, será el paro. "Más del 50% de los jóvenes andaluces no tienen empleo", explicó, "el cambio significa que los andaluces tendrán oportunidades y que si viajan al extranjero sea para formarse". El candidato recalcó que "Andalucía es lo mejor que tiene España y Europa" y se mostró seguro de situar a poder salir de la situación actual. "Andalucía es una lluvia de culturas, con energía, y saldremos adelante", insistió, al tiempo que invitó a "ganar un futuro de concordia y de oportunidades" y a dejar atrás 30 años de gobierno socialista en el que "algunos han llegado a creer que Andalucía era de su propiedad". Arenas, que prometió un gobierno "sin rencor ni revancha", aseguró que si es presidente de la Junta irá a los tribunales "para recuperar el dinero los ERE", que destinará a "un fondo de emergencia para familias sin recursos".