Uno de los accesos a un refugio antiaéreo de la Guerra Civil en Pozoblanco ha quedado al descubierto como consecuencia de la excavación que una máquina estaba realizando en la plaza de El Cerro para la instalación de los contenedores soterrados. La existencia de este refugio era conocida y se cuenta que se extiende desde el solar donde se levanta el bar La Descarga hasta la puerta principal de la iglesia de San Sebastián. Se trata de una galería tallada en el tosco, sin más elementos arquitectónicos.

La aparición de esta entrada ha levantado curiosidad entre trabajadores y vecinos, que ayer, recordando los relatos de los más mayores del lugar, afirmaban que se sabía que allí hubo un refugio durante la contienda. Antonio Castro, que en la actualidad cuenta con 78 años, recordaba que él, cuando solo tenía tres años, acudió a este refugio a guarecerse de las bombas al aviso de las campañas y se cayó mientras entraba, siendo pisado por otros ciudadanos asustados que corrían a refugiarse.

Este es el segundo refugio que aparece en Pozoblanco mientras se realizan unas obras. El primero fue durante los trabajos de remodelación de la avenida Villanueva de Córdoba. Según algunos testigos de su construcción, el primer refugio mide unos 40 metros, parte frente a la calle Santa Ana y va hasta el paseo de La Herradura. El tramo descubierto fue limpiado y señalizada su entrada para restaurarlo en un futuro. El concejal de Urbanismo, Benito García, que ayer no se encontraba en Pozoblanco, visitará hoy la plaza y abordará con los técnicos el estado en que se encuentra el refugio y qué hacer ahora.