Preocupación e indignación. Esas son las sensaciones que comparte la mayoría de los hosteleros del centro de Montilla, después de que el alcalde, Federico Cabello de Alba, les haya instado a recoger sus terrazas, una vez finalizada la jornada comercial.

En un escrito dirigido a bares y restaurantes, el regidor recuerda que "con el objeto de no dificultar el tráfico peatonal así como evitar peligro hacia los peatones", se prohíbe el almacenamiento en la vía pública de mesas y sillas fuera del horario permitido para su uso. En ese sentido, Federico Cabello de Alba solicita "encarecidamente" a la hostelería "el cumplimiento de la norma" para, de esta forma, "evitar sanciones indeseadas".

La medida, que ya causó cierto revuelo poco antes de Semana Santa, tras una reunión en la que se comunicó al sector la necesidad de desmontar sus terrazas cada día, ha caído ahora "como un jarro de agua fría" entre muchos hosteleros del centro, que lamentaron que el Ayuntamiento obligue a retirar las mesas y las sillas "en plena temporada alta de terrazas".

En declaraciones a este periódico, el regidor montillano defendió la necesidad de que bares y restaurantes "vayan avanzando" en el cumplimiento de una normativa aprobada desde hace varias décadas.

"Estamos intentando desde hace mucho tiempo dar todas las facilidades a este tipo de negocios, pero llega un momento en el que la norma y el bien general está por encima del interés particular", afirmó Cabello de Alba, quien recordó que la tasa que asumen los establecimientos es, exclusivamente, en concepto de ocupación de vía pública durante una franja horaria determinada. "No pagan por ocupar la acera como almacén el resto del día", subrayó.

El primer edil montillano aludió también a los problemas que genera el almacenamiento de sillas, mesas y sombrillas sobre el acerado. "No es solamente un problema estético", dijo el alcalde, quien hizo referencia al "agravio comparativo" que se produce con respecto a otros bares y restaurantes que recogen la terraza al finalizar la jornada o con otros establecimientos comerciales que no usan la calle para apilar material.