El cincelado y el corte es una técnica de trabajo totalmente manual que permite obtener textos o figuras, en bajo relieve sobre una placa de metal, generalmente plata, golpeándola por su cara frontal con cinceles que disponen en sus extremos de trabajo distintas formas que producen en el metal hundimientos o incisiones, deformando de esta manera el material sin cortarlo, y de esta forma conforman la figura deseada.

Esta es una de las técnicas, pero la que emplea Antonio Cecilia es realmente apasionante. Lleva 40 años de herrero y destaca desde niño por sus cualidades artísticas. Antonio es de los que trabajan el hierro en toda su dimensión, atreviéndose a hacer verdaderas obras de arte.

Cecilia hacía fácil el dibujo desde edad temprana. En la escuela ya plasmaba con una clara visión técnica las caras, los espacios y las figuras en sí. Antonio Cecilia es capaz de emocionar. Como un buen artesano, va golpeando sobre la pieza con el cincel, que sujeta con una mano, y el martillo con la otra. Los golpes son continuos y entre uno y otro va desplazando la herramienta, que con sus extremos recto, curvo, ancho o estrecho, sigue la traza del dibujo, lo que da lugar a pequeñas acanaladuras o incisiones sobre la lámina de un metal que perdurará en el tiempo y que transforma como si de un folio se tratara.

Antonio Cecilia conoce a la perfección la técnica del hierro, manipulándolo igual que el barro. Su sencillez como persona contrasta con su ingeniosa capacidad de trabajo. El poeta del metal podría llamarse a este hombre de Aguilar, que ha sido capaz de dar una consciencia clara a cada plancha de hierro.

Cecilia no expone sino que trabaja sobre pedido. Su trabajo y constancia es imparable, así como la imaginación, siendo un autoproductor, adaptándose a las necesidades de cada cliente. Igual que un pintor desarrolla su destreza visual en un óleo, Antonio Cecilia lo hace en la chapa. Hablar de escultura en mayúsculas en Aguilar es hablar de este artista, que realiza su arte fruto de una necesidad. Ahora ha realizado un retrato a un cantaor local, El Chivata, así como a Curro Malena, que da nombre a la peña de la localidad. La particularidad de este artista es que cada obra es única y la ve en torno a una inspiración innata que lo hace diferente.