La décima edición de las Olimpiadas Rurales de Los Pedroches ha reafirmado el éxito de una cita ya clásica del verano que atrae, por su extraordinario ambiente y buena organización, a participantes de distintos lugares del país. En la noche del viernes, más de 5.000 personas -Añora tiene 1.558 habitantes- abarrotaron el recinto ferial en la ceremonia de inauguración, en la que se hizo un repaso por todo lo logrado en esta década.

Ayer, en el segundo día de competiciones, los 960 participantes de 48 equipos se fueron desplazando durante todo el día por lugares como la plaza de Breña Alta, plaza España, el Cajilón, el campo de fútbol o las pistas del colegio para disputar, con carácter competitivo pero con deportividad, las pruebas de los mizos, tiraores, lanzamiento de adoquín, los sacos, zancos, las cintas, la soga, la carretilla, la sillita y la novedosa prueba este año del baile de la jota noriega, ya al filo de la medianoche.

Este año, sin embargo, participantes y espectadores están disfrutando de unas temperaturas muy agradables que no tienen nada que ver con los más de 40 grados del año pasado.

El alcalde, Bartolomé Madrid, ha señalado que «esta labor que comenzó hace diez años se ha consolidado y hoy podemos decir que hay una nueva generación que juega y disfruta con la tradición». Madrid ha expresado que las Olimpiadas Rurales son «un ejemplo de convivencia intergeneracional, de valores como la amistad, el compañerismo y la diversión sana», si bien los equipos han estado entrenando durante semanas para lograr los mayores puntos posibles y ganar los premios que hoy serán entregados, tras los últimos juegos.

En esta edición 13 equipos se han quedado en lista de espera. Entre los participantes están los Camf-peros, del centro de discapacitados físicos de Pozoblanco.