Cardeña desafió a la lluvia en su segundo día de la Feria del Lechón, salvando la jornada con una más que aceptable presencia de público llegado de distintos rincones de la provincia de Córdoba y zonas limítrofes. Los 17 bares de la localidad y sus aldeas de la Venta del Charco y Azuel, ya sabían que llovería, por lo que montaron unas carpas en las que los visitantes han podido degustar el sabor del lechón ibérico junto a otras tapas típicas. Además, la caseta municipal recibió a cientos de visitantes para asistir al maridaje entre el vino de tinaja de Montalbán y el lechón ibérico. También se ha sumado la artesanía. Los actos de ayer comenzaron a primera hora de la mañana con visitas al Ayuntamiento, donde se expusieron esculturas de forja y de encina de Sanfer, así como pinturas de los museos de Matías Prats, Manolete y Casa de las Cadenas de Villa del Río. Hasta que comenzó a llover, pasadas las 2 de la tarde, se celebraron paseos por el campo para que los visitantes pudieran descubrir cómo viven los lechones en la dehesa cardeñera, una de las más extensas del mundo, donde se encuentra la única especie del roble melojo.

A mediodía las cocineras no daban abasto para freír el lechón ibérico al estilo Cardeña, "lugar en el que tiene un sabor especial", según manifestaron participantes en la cita, que estuvo acompañada por actuaciones musicales, pasacalles y animación durante toda la jornada. Hoy domingo continuará con flamenquito y más ambiente, desafiando nuevamente a la lluvia con sabor a lechón.