Pese a una fría y a ratos desapacible jornada, los pueblos que cada Primero de Mayo celebran sus romerías desafiaron a la lluvia y vivieron un gran día de fiesta.

En Torrecampo se vivió una romería multitudinaria en honor de la Virgen de Veredas. El largo puente propició que acudieran muchos torrecampeños ausentes, tal y como destacó el tesorero de la hermandad, Juan Rísquez. La Virgen fue procesionada al mediodía alrededor del santuario, tras la misa cantada por el coro romero, que se tuvo que desarrollar en el interior debido al riesgo de lluvia. La convivencia de los romeros continuó en ese paraje situado junto al arroyo Guadamora. Por la mañana, la junta de gobierno de la hermandad recogió a las autoridades, a los hermanos mayores entrante y saliente, Juan Fernández y Manuel Romero, respectivamente, y al párroco para dirigirse al santuario, a 6 kilómetros del pueblo.

En Pedro Abad se celebró la romería del patrón, Santiago el Menor. Los romeros, tras un puente festivo cargado de actividades, partieron a primera hora de la mañana hasta la ermita. Una vez pasado el arroyo del Asno, los romeros tuvieron que cobijarse y acelerar el paso hasta la ermita debido a un fuerte chaparrón. Una vez en el oratorio, el párroco ofició la misa en el interior. Y al mediodía, un nuevo aguacero obligó a los romeros a trasladarse a locales y cocheras para finalizar la jornada de convivencia.

En la aldea carpeña de Maruanas, San José Obrero volvió a bendecir sus calles entre los vítores de los vecinos y feligreses.

En Rute, con la llegada de los romeros de Andújar han comenzado las fiestas de la Morenita, que tendrán su día grande el 13 de mayo con las procesiones de la Virgen de la Cabeza Coronada.

En Bujalance tuvo lugar el preámbulo de la romería San Isidro con el tradicional pregón, a cargo de Ana Ramírez Gómez, presentada por Mª Dolores Vargas Arroyo.