No son pocas las veces que a las cofradías las tachan de superfluas por el hecho de mostrar en la calle un rico patrimonio que, dicho sea de paso, en su ejecución también permite mantener talleres artesanales de los que viven muchas familias.

Además de esto, la virtud de la caridad cristiana está presente en los fines de cada una de nuestras corporaciones y no solo en estas fechas sino, y cada vez más, durante todo el año.

Basta con acercarse a la bolsa de caridad de cada hermandad para comprobar que gracias a ella subsisten muchas familias que día a día se acercan a la cofradía del barrio para pedir ayuda, una ayuda que a veces es poca ante la falta de alimentos básicos como la leche. Motivo por el cual, aprovechando la Navidad, las cofradías ponen en marcha distintas campañas para poner en práctica una de las virtudes teologales más importantes, la caridad.

Campañas que llegan de muchas formas desde el cartel anunciador en la puerta de la capilla de los titulares como la hermandad de la Expiración en San Pablo, hasta las cabalgatas itinerantes de recogida de alimentos acompañadas de banda como la que realiza la hermandad de la Agonía, Entrada Triunfal o la Merced entre otras.

No podemos olvidar la importante campaña que realizó antes de la Navidad la hermandad del Buen Suceso con un atractivo ensayo solidario por las calles de San Andrés, donde recogieron 1.103 kilos de alimentos.

Unas actividades donde se implica toda la cofradía y donde los jóvenes juegan un papel fundamental, poniendo en marcha campañas tan interesantes como la de recogida de juguetes, tal es el caso de las organizadas por el grupo joven de la hermandad del Descendimiento, la Agonía o la Merced que este año, según informan, han batido todos los récord de recogida de juguetes.