José Luis Romero no pensó que al abrir aquel bolso iba a encontrarse la nada desdeñable cantidad de 750 euros. «Me asusté mucho. ¡Madre mía! Ya le he dado las Navidades a alguien, pensé». Este taxista de Córdoba, con 24 años de servicio a su espalda, nunca había estado en una situación parecida, pero no dudó en devolver el bolso extraviado en el asiento de atrás de su taxi. «La cifra no era moco de pavo y no es que yo ande sobrado, que voy, como todos, con una mano delante y otra detrás», comenta el taxista, que había hecho el servicio el lunes pasado entre el Bulevar de Gran Capitán y la avenida de Guerrita. «Solo recordaba de la pasajera que tenía cara de currante, -recuerda este profesional que llevó el bolso a la oficina de objetos perdidos de Pidetaxi-; y pensaba: como con este dinero tenga que comprar los regalos de Navidad, le doy las fiestas».

Antes de que la asociación del taxi localizara a la pasajera, ella ya había denunciado los hechos a la Policía Nacional y había renovado de urgencia su DNI. Según informa la organización Pidetaxi, a la que pertenece este taxista, la olvidadiza usuaria recibió «su mejor regalo de Navidad gracias a la diligencia de este profesional».

La mujer que, según explica el comunicado, es una clienta habitual del servicio público, se desplazó en taxi a la oficina de objetos perdidos de la asociación del sector en Córdoba y agradeció al conductor y al presidente, Miguel Ruano, «la profesionalidad del gremio», subraya Pidetaxi.

Por su parte, José Luis, que no ha vuelto a encontrarse con la pasajera, dice que su mayor satisfacción es que en Córdoba «se sepa que en el gremio del taxi hay buena gente».

Esta no es la primera vez que llega a la oficina de objetos perdidos de Pidetaxi tanta cantidad de dinero, aunque no es lo frecuente (lo normal es que se pierdan llaves y móviles, aunque hay quien ha dejado en el taxi hasta un carrito de bebé). Este verano encontraron una cartera con 600 euros, que pertenecía a un cordobés residente en Suecia, cuya documentación extraviada era indispensable para regresar al país escandinavo. Por norma, los objetos permanecen en depósito durante un mes y después se entregan a la Policía Local.