El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta, José Fiscal, informó ayer en el Parlamento andaluz de que, tras el vertido de orujo al Guadalquivir, se ha realizado un seguimiento sobre la afección causada a la flora y fauna del entorno y del monumento natural Sotos de la Albolafia, y se ha podido comprobar que los daños ocasionados por el vertido se circunscriben a la fauna piscícola, en la que se encuentra un gran número de ejemplares de especies exóticas invasoras como el alburno o la carpa. Según las primeras estimaciones, las especies autóctonas afectadas son el barbo gitano (se calcula que han muerto sobre unos 20.000 ejemplares) y la boga de río (450).

Fiscal también informó de que la Consejería ha abierto diligencias previas al expediente sancionador que se podría instruir a la empresa Oleícola El Tejar por el vertido de orujo al Guadalquivir en Pedro Abad, «ya que podría constituir una infracción administrativa de la normativa vigente en materia de flora y fauna, de espacios naturales protegidos y de prevención ambiental».

En respuesta a varias preguntas en el Pleno del Parlamento, Fiscal explicó que todavía se está investigando para esclarecer la situación y motivar la incoación de un procedimiento sancionador, «siempre con la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que es la entidad que ostenta la competencia sobre el dominio público hidráulico» y a la que le corresponde la valoración de los daños ambientales producidos y la adopción de medidas de reparación. No obstante, la consejería colaborará con la CHG facilitándole todos los informes emitidos por la Junta para ayudar y contrastar los daños ambientales producidos en la fauna piscícola. En esta línea, el consejero aclaró que la Ley de Aguas establece que en las cuencas que excedan del ámbito territorial de una comunidad autónoma, las comisarías de aguas de los organismos de cuenca ejercerán, entre otras funciones, la inspección y control del dominio público hidráulico y la dirección de los servicios de guardería fluvial. Por tanto, «la detección de un vertido a dominio público hidráulico en la cuenca del Guadalquivir corresponde a la guardería fluvial adscrita al organismo de cuenca en este caso, dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente».

Fiscal también dijo que se le ha requerido a la empresa un informe detallado sobre el accidente, medidas adoptadas, constancia documental del mismo, así como las acciones puestas en marcha para evitar nuevos vertidos. Además, junto a la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, competente en materia de depósitos de efluentes de industrias agroalimentarias, se está analizando la situación por si el propietario hubiera incumplido preceptos incluidos en las autorizaciones de las que dispone sobre el estudio y uso de balsas.