El vertido de orujo al Guadalquivir a la altura de Pedro Abad este verano causó daños por un coste de 244.000 euros y provocó la mortandad de innumerables organismos vivos, recogiéndose 6,3 toneladas de cadáveres de peces. Esta es la respuesta del Gobierno central a la pregunta parlamentaria realizada por el diputado socialista Antonio Hurtado sobre los hechos y las consecuencias de este vertido al río desde la localidad cordobesa de Pedro Abad a El Carpio, Villafranca y Córdoba.

Según la contestación del Gobierno central, que indica que la «lengua contaminante» alcanzó una longitud de alrededor de 21 kilómetros, «los hechos constatados en la investigación, considerando en particular los daños producidos al dominio público hidráulico, tienen una tipificación de muy graves».

También señala el informe que las afecciones producidas en la fauna y la flora acuícolas deben ser evaluadas por la Consejería de Medio Ambiente y afirma que en 48 horas se restablecieron los niveles de oxígeno en agua.