La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara no está dispuesta a aceptar que «determinados lobbys empresariales torpedeen el acuerdo» alcanzado sobre veladores con Hostecor, Córdoba Apetece, Comercio Córdoba y A Pata, aceptado casi en su totalidad por Urbanismo, «porque se quieren situar al margen de las decisiones municipales y boicotear las determinaciones adoptadas». El coordinador de Ciudad Física de Al-Zahara, Juan Andrés de Gracia, asegura que en zonas que ya están ordenadas como la plaza Flor del Olivo, María la Judía o calle de La Plata, se está produciendo «un incumplimiento reiterado por parte de algunos negocios, que incluso hacen gala de que no van a cumplir la normativa municipal». «Esos movimientos empresariales de presión hacia el gobierno municipal», explica, «quieren que siga la impunidad y que lo que esté hecho no se pueda retrotraer», por lo que piden que se «legalice lo existente».

A juicio de De Gracia, El Ayuntamiento «es quien tiene que aplicar los acuerdos alcanzados, ya que ni los vecinos ni los empresarios podemos obligar a cumplirlos» y «hemos hecho un gran esfuerzo» para llegar al consenso, «aceptando peticiones, dando un margen de confianza para la autorregulación del sector, y retrasando actuaciones de restauración de la legalidad que demandan los vecinos». Por ello, añade, el «Ayuntamiento tiene que hacer ver que aquello que anuncia que está ordenado, debe estarlo», por lo que le exige el cumplimiento inmediato y que impeda utilizar los veladores a quien incumpla.

A Al-Zahara no le sirve «la excusa de que los veladores se permitieron en otro tiempo», ya que «todos reconocemos que ha habido un exceso y ahora hay que regularlo». Por ello, De Gracia asegura que si este verano el acuerdo no se desarrolla, «volveremos a recordar que tenemos preparadas medidas jurídicas contra el Ayuntamiento y contra los que infrinjan la ordenanza vigente».

Reparto / La mesa de trabajo sobre veladores se reunió el jueves y tomó conocimiento de la ordenación realizada por Urbanismo en varias zonas, que pueden tener un máximo de algo más de 800 veladores, aunque, más que en la cantidad, los mapas inciden en la colocación de los mismos.

En María la Judía, donde hay un máximo de 228, los negocios han sustituido los toldos con cierre lateral por otros pegados a la fachada. Allí, mesas y sillas deben dejar libre el acerado y utilizar el espacio de la parcela de titularidad privada de uso público.

En La Corredera, donde Urbanismo quiere retomar el plan de usos y aplicar un plan de actuación este año, no se permite ocupar soportales ni el mercado de las flores, dejando los veladores en dieciséis grupos de 12 o 16 cada uno. En esta plaza el límite se fija en la ocupación del 33% de la plaza, con 232 veladores.

En la avenida de Barcelona, la distribución varía en función de la ubicación de los negocios, que suman 151 veladores. Cerca, en la plaza de la Oca, se reparten en tres grupos sumando 40.

Dentro del entorno de Las Tendillas, está la calle de La Plata, que puede tener 60 veladores en una sola fila central de mesas con cuatro sillas o en dos filas de mesas de dos sillas. En cuanto a María Cristina, el tope se marca en 14 veladores repartidos en tres grupos. Por último, Tendillas tiene dos distribuciones en función de la temporada por la apertura de las heladerías, llegando a un máximo de 85 veladores.