La asignación de prestaciones de dependencia parece seguir afectada por la falta de recursos, acumulando tiempos de espera que a muchos usuarios les resulta inadmisible. Es el caso de María Fernández, hija de una mujer mayor que, desde que su madre quedó viuda, se turna con otro familiar para atenderla, entre Córdoba y Sevilla, y lleva meses esperando que se reanude el servicio de ayuda a domicilio del que disfrutaba antes. «Se trata de una forma sutil de quitarle una prestación», asegura Fernández, «porque al cambiar su situación, la Junta considera que el caso tiene que revisarse desde cero y vuelve a la lista de espera», afirma. Según su relato, «el responsable de la Dependencia en la Delegación de Igualdad y Políticas Sociales me ha asegurado que pueden pasar meses antes de que se solucione mi caso porque hay 800 expedientes esperando a ser resueltos». Su caso no es el único. Según la Plataforma de la Dependencia, que engloba a usuarios y familiares, «desde que se realiza la valoración de una persona dependiente hasta que se le asigna una prestación pasan en torno a diez meses de espera si se trata de prestaciones económicas», las que resultan más baratas a la administración. La plataforma, que pide que se agilicen los trámites, indica que los plazos son más largos cuando lo que se asigna es una plaza de residencia, de centro de día o de ayuda a domicilio.

La Delegación de Igualdad y Políticas Sociales afirma que no se pueden dar tiempos medios de respuesta por prestación y que, en muchos casos (plaza de residencia, por ejemplo) la demorase debe a que los familiares prefieren esperar a que haya vacantes en el lugar que han elegido, sobre todo, en la capital. «No sería correcto hacer este cálculo, ya que depende del servicio al que nos refiramos», indican, al tiempo que recalcan que «el único cálculo genérico que se puede hacer es que desde que se valida el Plan Individual de Atención (PIA), hasta que se firma la resolución transcurren una o dos semanas. En el caso de cambio de domicilio, explican que «cuando el Servicio de Valoración tiene conocimiento de un caso donde la persona vive por temporadas en distintos domicilios, se comprueba mediante la revisión del PIA y se le presta el Servicio de Ayuda a Domicilio en cada sitio donde reside» y que «el tiempo de gestión del PIA es inmediato tras la solicitud». La Delegación niega que haya 800 expedientes sin resolver pero admite que «en estos momentos tenemos un retraso puntual de dos meses desde la validación del PIA por una situación motivada por aspectos administrativos de excepcionalidad que se resolverá en el plazo máximo de dos meses, ya que se está haciendo un estudio al respecto». En cuanto al servicio a domicilio, destaca que «el número total de horas entre finales del 2015 y enero del 2017 ha aumentado en 36.429 horas», lo que, consideran, «evidencia la apuesta por esta prestación que genera 41.933 jornadas laborales, 4.553 más que al cierre del 2015».