El secretario general del Comité Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), Víctor Fernández, avanzó ayer que "si hay 150.000 firmas que están diciendo que se está produciendo una apropiación de un bien que es público, Unesco puede solicitarle al Estado español que aclare la situación, por supuesto". Con esta declaración, ya se conoce la respuesta que podría obtener la plataforma ciudadana que reclama una Mezquita Catedral "de todos" por parte de las dos instituciones a las que apela, ya que la Junta de Andalucía, cómo anunciaron la semana pasada, está estudiando las posibilidades de defender la propiedad pública de este monumento.

Víctor Fernández, que es profesor titular de Geografía de la Universidad de Sevilla, ha explicado en referencia a la titularidad de este bien que "en principio, no creo que tenga una gran trascendencia sobre el reconocimiento de Unesco", aunque ha matizado que para este organismo internacional "es importante saber quiénes son los responsables". Además, aclara que "en absoluto" la documentación del Icomos indica que la titularidad es de la Iglesia, aunque "en algún momento ha podido pedir información y si se le ha dicho que es del Obispado, lo ha recogido así".

Este experto señala que "durante los últimos años, la Iglesia ha inmatriculado todo aquello que tenía algún sentido religioso", a pesar de que "sobre todo, las capillas, las ermitas... eso lo han hecho la gente de los pueblos, en espacios públicos y comunales". En esta línea, añade que "muchas catedrales eran de patronazgo real y al ser así eso es del Estado, de los ciudadanos", por lo que "aunque luego estén inmatriculadas por los obispados, deberían ser de titularidad pública, que además no prescribe". En el caso de Córdoba, no obstante, aclara que desconoce la situación.

También admite que, si bien para la Unesco el edificio que centra la polémica "es Mezquita Catedral", en cambio "popularmente, ni siquiera se utiliza el término Catedral", y subraya que si se intenta modificar la denominación "ahí empezamos con el integrismo de intentar borrar las huellas del pasado, algo que me parece absurdo".

Asimismo, indica que en los últimos años, en la Mezquita Catedral, ha habido un proceso para "aquellos lugares que tenían un mayor significado para el culto musulmán y que estaban vacíos, ir ocupándolos con elementos que refuerzan el catolicismo". En referencia a esta actuación, comenta que la Iglesia ha podido realizar estas intervenciones al creerse propietaria de este monumento, pero "otra cosa es que eso borre la historia o, sobre todo, genere integrismo".