Una plaga de pulgas hizo su aparición la semana pasada en la comisaría de Campo Madre de Dios y ,aunque se aplicó un tratamiento para su erradicación, la Policía Nacional se ha visto obligada a cerrar las instalaciones durante la pasada noche para proceder a una fumigación en profundidad.

Sobre las 14.00 horas de ayer llegó la orden de evacuación, que ha supuesto, entre otras cuestiones, el traslado del servicio 091 a la comisaría de Fleming, mientras que los detenidos se llevarán a los calabozos de la jefatura de la Policía Local.

La plaga, de dos focos puntuales en un principio y de la que se desconoce su origen, según ha informado la comisaría provincial, afecta a instalaciones de atención al público y en ella se aplica "el tratamiento más eficaz" después de que la desinsección de la semana pasada resultara insuficiente ya que el ciclo de reproducción de estos insectos alcanza hasta los 14 días.

Esta comisaría es prácticamente objeto constante de críticas por sus malas condiciones y su situación vuelve a ser denunciada por los sindicatos. Así la Confederación Española de Policía (CEP) ha destacado que "varios funcionarios policiales han sufrido diversas picaduras, así como una trabajadora externa" y ha elevado una queja a la Subdelegación del Gobierno para que "solicite al departamento que corresponda" que verifique si se está procediendo correctamente con el tratamiento y que se efectúe "un seguimiento facultativo a los funcionarios afectados, especialmente a funcionarias en estado de gestación".

Por su parte, la Unión Federal de Policía (UFP) recuerda que la plaga no solo puede afectar a los policías, sino también a los ciudadanos que acuden a la comisaría, de ahí que exija una solución "rápida" y "efectiva". Por último, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) señala que hay "una deficiencia más que notable en formación de prevención de riesgos laborales y en aplicación de medidas preventivas adecuadas entre los funcionarios".