El hospital La Arruzafa de Córdoba ha implantado de forma pionera un test genético que permite determinar el riesgo de padecer degeneración macular asociada a la edad (DMAE). A partir de una muestra de saliva, se realiza un análisis del ADN del individuo que permite conocer si es propenso, desde el punto de vista genético, a sufrir la patología. Para ello se estudian los marcadores de los principales genes involucrados en la dolencia con el fin de favorecer la detección y el tratamiento precoz.

Esta afección es un desgaste progresivo de la retina central, zona del ojo imprescindible para el desarrollo de actividades diarias como leer o conducir. La importancia del test radica en que el 70 % de los afectados es por causa genética y solo el resto por cuestiones ambientales.