Francisco Guerrero Rivas, policía local de Córdoba, de 56 años de edad y enfermo de esclerosis múltiple, ha reivindicado "el derecho a la eutanasia", critica "la insensibilidad de los gobiernos ante situaciones extremas de ciertos ciudadanos" y reprocha "a la gran mayoría de la ciudadanía su pasividad frente a semejante actitud de sus gobiernos".

Según informa el periodista Manuel Guerrero --sobrino del enfermo-- en su blog, su tío "padece esclerosis múltiple forma primaria progresiva, una variante poco conocida y menos investigada por ser minoritaria (se estima que el 30% del total de enfermos de esclerosis múltiple) y para la que en la actualidad no existe tratamiento que ralentice su caprichoso avance, lo que sí ocurre en la forma remitente recurrente de esta enfermedad".

Los primeros síntomas de la enfermedad "lo sorprendieron muy sutilmente en el año 2002" y desde entonces "la enfermedad ha ido socavando y minando su salud. Su situación actual, a muy grandes rasgos, es la siguiente: puede caminar con mucha dificultad y con la ayuda de un andador de una habitación a otra de su casa, para desplazamientos superiores utiliza una silla motorizada, tiene una gran dificultad para masticar y beber y su habla se ha convertido en ininteligible".

Francisco Guerrero utiliza un ordenador adaptado para comunicarse. A través de la informática ha agradecido a este diario el interés por dar a conocer su caso. "Mi familia y yo tenemos decidido no exponernos más en los medios y pasar este capítulo con la mayor tranquilidad posible. Sinceramente, no podemos aportar nada nuevo, dado que nuestra desgraciada experiencia con la enfermedad y postura sobre la eutanasia han quedado definidas con meridiana claridad" en una alegoría que escribió en el blog de su sobrino.

Afirma que ha recibido multitud de mensajes desde que publicó este escrito, que nació "un día que me encontraba mal" y decidió plasmar en un papel "todo lo que sentía que me estaba haciendo daño". Así, fue acumulando esos momentos, que evolucionaron como "autoterapia" para "desahogarme psíquicamente". Después "nació la idea de hacerla pública y con ella la avalancha de satisfacciones que he recibido en este último mes".

A todas ellas las anima "para que manifiesten su opinión en los comentarios de la web sobre la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido como está en los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo". En su alegoría, construida como un recorrido procesal, Guerrero crea un personaje que tras una serie de pérdidas de consciencia, a la que equipara con la pérdida de libertad, decide "peregrinar por los juzgados para conocer qué resolución judicial lo estaba privando de libertad y por qué".

LA PRENSA En su comunicación con este diario señala que "sí nos interesa y gustaría que los medios de comunicación (televisión, radio, prensa, etc.), que son en muchos casos la única vía por la que los ciudadanos nos podemos hacer oír, hicieran debates, tertulias, sondeos, etc. acerca de la situación legal de la eutanasia en España, para crear conciencia ciudadana sobre lo mal que se muere en este país, a pesar de la crisis y otros muchos problemas las personas siguen muriendo. Pero todo ello sin focalizar mi caso concreto y el de mi familia, sino en el hecho de que es una necesidad real que la sociedad reclama".