Las lluvias registradas en la provincia de Córdoba desde el 26 de febrero han cambiado de manera «sustancial» la situación de la cuenca del Guadalquivir, pero también las expectativas de garantía de suministro de agua para consumo humano y para el regadío. En declaraciones a este periódico, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Antonio Ramón Guinea, precisó ayer que Córdoba «ha garantizado» el suministro del consumo humano para tres años. «No podemos lanzar las campanas al vuelo y no es una campaña normal, pero ha habido un cambio monumental», indicó. Los embalses de la provincia se encontraban ayer al 43,1% de su capacidad, con una disponibilidad de 1.470 hectómetros cúbicos. Desde que comenzó a llover a finales de febrero se han acumulado 469 hectómetros cúbicos en la provincia. Pese a esta mejoría, el responsable del organismo gestor de cuenca advierte que grandes pantanos como Iznájar y La Breña se quedan aún lejos de los niveles adecuados. Así, en el caso de Iznájar, almacena 352,7 hectómetros cúbicos y está al 35,9% tras ganar 56 desde el 26 de febrero. Por su parte, La Breña ha pasado de contener 195,8 héctometros cúbicos a 250,7 en la actualidad (30,4%).

El abastecimiento de la población en Córdoba y provincia se sitúa entre 45 y 50 hectómetros cúbicos al año. Desde finales de febrero hasta ayer, Guadalmellato, que es el principal que abastece a la capital cordobesa, ha ganado 62,3 hectómetros cúbicos y ha aumentado de nivel del 41 al 83,6%. El otro pantano al que se recurre en la ciudad es San Rafael Navallana, que está al 38,6% tras ganar 9 hectómetros cúbicos. Sin embargo, ha sido Bembézar el que más se está beneficiando de los distintos temporales, ya que ha ganado 94,7 hectómetros cúbicos en las dos últimas semanas. Así, el 26 de febrero estaba al 38,7% y ayer se situaba al 66,3%, con 227 hectómetros cúbicos.

En el caso del regadío, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir señaló ayer que, de seguir esta tendencia, cuando se reúna la comisión de desembalses a finales de abril o principios de mayo mejorará la dotación que se había previsto inicialmente en los últimos días de febrero. Así, entonces se anunció que se concederían 600 hectómetros cúbicos para el riego en la cuenca del Guadalquivir. Ayer, Antonio Ramón Guinea señaló que se puede hablar de unos 900 o 1.000 hectómetros cúbicos para la agricultura. La regulación general, que es la que abastece de manera principal al regadío, se encontraba ayer al 38,8%.