La secretaria general de UGT, Isabel Araque, reclamó ayer "prudencia a todas las partes" al ser interrogada por la polémica generada en torno a una posible incineración de residuos en la cementera Cosmos. Araque destacó la necesidad de "buscar los equilibrios y explicar claramente a la ciudadanía qué supone incinerar", avanzando que "nos tendremos que sentar en una mesa con todas las partes". Además, destacó que "los trabajadores serán, quizá, la parte más perjudicada", porque la plantilla dependerá de la actividad que se permita a la cementera. Por su parte, el secretario de Organización de CCOO, Manuel Merino, afirmó que "si afecta a la calidad de vida de los ciudadanos, algo habrá que hacer con la incineradora y eso es lo que está en cuestión". Merino comentó que "supongo que cumplen la ley en cuanto a emisiones medioambientales, pero eso no quiere decir que las leyes sean justas", y aclaró que "el empleo que se está poniendo en cuestión no es el del grueso de los trabajadores, sino una actividad complementaria", aunque precisó que "no se trata de destruir empleo, en absoluto" y "guardar el equilibrio es complicado".