La Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo (SMC) de UGT Córdoba ha rechazado la ordenanza del taxi aprobada por el Ayuntamiento el pasado 12 de mayo por considerar que "está en contra de los usuarios, los taxistas y los empleados autónomos del taxi", además de tener en su contra a multitud de colectivos. Según UGT, la ordenanza castiga "a los que viven en las barriadas que no son céntricas, pues permite que la bajada de bandera --1'50 o 1'86 según tarifa-- se pueda doblar en el caso de que el cliente llame desde una de ellas y el taxi se desplace hasta allí desde el centro", cuando es habitual que durante el horario de tarde y noche se acumulen los taxis por las paradas más céntricas. Esto provoca discriminación a barrios como Cañero, Fátima o Miralbaida cuyos habitantes ven encarecida la oferta. La ordenanza no obliga al taxista a dar el recibo de la carrera si el cliente lo solicita, cuando es el único elemento que podría utilizarse en una posible reclamación. Asimismo, indica, supone "una pérdida total de la gestión empresarial del taxista pues deja de ser dueño de su explotación e inversión". UGT resalta que toda la ordenanza "pone trabas a la contratación de empleados asalariados que, además, quedarían sin derechos y sometidos no ya al empleador, sino al Ayuntamiento, que es quien decide si trabaja o no".