La secretaria provincial de UGT, Isabel Araque, aseguró ayer que no se está denunciando la finalización de los convenios ante el "temor" que existía a perder la ultraactividad. "El estado de salud de la negociación colectiva es bastante delicado", indicó la responsable del sindicato en Córdoba, que consideró que la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a mantener la ultraactividad da la razón a lo que han mantenido los sindicatos. "No se puede empujar a los trabajadores a las condiciones mínimas y eso es lo que venía a hacer la última reforma laboral, que se convertía en una espada de Damocles", añadió Isabel Araque. La representante de UGT señaló que algunos convenios como el del campo se tuvieron que firmar el año pasado al límite porque no había tiempo para mantener los derechos adquiridos como consecuencia de la reforma laboral, que podía provocar su extinción.