La apuesta por la transferencia está convirtiéndose en una de las señas de identidad del equipo de gobierno que lidera el rector José Carlos Gómez Villamandos. En este sentido, uno de los emblemas más representativos en la UCO de esta transferencia es, sin duda, el Campus Internacional de Excelencia Agroalimentaria (ceiA3), un proyecto del que la Universidad cordobesa es coordinadora y del que forman parte también las universidades de Almería, Cádiz, Huelva y Jáen, y los centros de investigación CSIC e IFAPA.

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Precisamente por ello, el impulso a esta iniciativa, que tomó forma hace cinco años, se convertirá en un gran reto en los próximos meses según explica su coordinador general, el vicerrector de Innovación, Transferencia y Campus de la UCO, Enrique Quesada. "Recojo el testigo de mis compañeros, en el ceiA3 se ha hecho un enorme trabajo pero ahora vienen tiempos de proyectarlo de una manera sostenible, de apostar por él y en coordinación con el consejo rector proyectarlo hacia el futuro".

Y es que si bien la financiación pública fue el principal sustento de estas estructuras en sus primeros años de funcionamiento, la crisis económica ha hecho mella en los fondos que recibe. De hecho, aún no se sabe, según señala Quesada, cómo se continuarán financiando estos modelos de colaboración interuniversitaria, "aunque sí que se atisba algún tipo de convocatorias específicas para que concurran grupos que están en campus de excelencia", matiza.

Para el vicerrector de la UCO, mantener el proyecto es fundamental no sólo por el trabajo que se está haciendo a nivel de investigación y transferencia agroalimentaria, del que se está beneficiando el sector productivo andaluz, sino también por la visibilidad que aporta a la Universidad y porque funciona como factor de escala para posicionar a los investigadores en las distintas convocatorias a las que concurren. "La idea es -subraya Quesada- de alguna forma, intentar que la búsqueda de fondos no sea su único objetivo. La estabilidad financiera del ceiA3 está garantiza hasta mediados de 2015, así que debemos aprovechar este tiempo para proyectarlo al futuro y apostar claramente por él".

Un primer paso ya se dio, en este sentido, el pasado mes de septiembre durante la reunión de la comisión permanente del Campus en el que los rectores de las cinco universidades que forman parte del proyecto, junto a los responsables del IFAPA y el CSIC ratificaron su apoyo al mismo y conocieron al nuevo equipo de coordinación, que continúa capitaneado por la Universidad de Córdoba.

PROCESO DE EVALUACION A las preocupaciones económicas se suman ahora también las de la evaluación a la que está siendo sometido el campus, al igual que el resto de estructuras que surgieron bajo esta fórmula, para revalidar su consideración de excelente y poder continuar trabajando como hasta ahora.

Dicha evaluación la está llevando a cabo un comité de expertos internacional y está previsto que concluya a finales de diciembre. Quesada también se muestra optimista ante este examen "esperamos unos primeros resultados para finales de octubre, hasta ahora las evaluaciones han sido buenas,pero también somos conscientes de que hay otros campus y no sabemos qué criterios se seguirán. Lo que sí es cierto es que el sello de excelencia culmina de forma brillante el proyecto", y puede ayudarles en su cometido.