La Universidad de Córdoba firmó ayer un convenio con la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales en el que se compromete, entre otras cosas, a ceder plazas residenciales en colegios mayores y residencias universitarias para alojar a personas con discapacidad, víctimas de violencia machisa o a sus hijos y a menores extutelados (aquellos cuya tutela ha sido asumida por parte de la Junta hasta su mayoría de edad tras sufrir abusos, maltrato o abandono) con el fin de garantizar el acceso a los estudios superiores de estas personas que forman parte de colectivos desfavorecidos. Según la consejera de Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, «se trata de que la falta de medios no les impida estudiar en la Universidad», por lo que se les facilitará alojamiento, seguimiento y, en el caso de los extutelados, exención de tasas. Los detalles deberán desarrollarse en convenios específicos posteriores.

Sánchez Rubio y el rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos, firmaron el convenio marco que reforzará la colaboración de ambas instituciones en materia de servicios sociales. Además de estas medidas, se prevé impulsar la captación de mayores dispuestos a alojar en sus domicilios a estudiantes con o sin discapacidad, así como a propiciar estudios de investigación e innovación «que redunden en la mejora de la atención a las necesidades individuales y sociales básicas y de bienestar de la ciudadanía». El protocolo establece además el desarrollo de programas de formación para personas mayores o con discapacidad, así como el fomento de las prácticas y experiencias intergeneracionales, en beneficio del colectivo de personas mayores a través del Aula Abierta de Mayores de la UCO.

En materia de juventud, el acuerdo supondrá el impulso de la presencia del Instituto Andaluz de la Juventud en ferias y muestras temáticas organizadas por la comunidad universitaria, la promoción del uso del Carné Joven Europeo entre los universitarios. El rector explicó que se está trabajando en reforzar las diferentes estructuras para dar cobertura a los distintos colectivos y que «una Universidad moderna no puede pretender ser competitiva, ni de excelencia si no es una universidad inclusiva».

Por otro lado, en relación con la violación a un niño de 9 años en su centro escolar en un pueblo de Jaén, la consejera dijo a preguntas de los periodistas que se está trabajando con equipos de tratamiento familiar para buscar las causas del suceso.