Iniciativa privada para construir una línea de ferrocarril que conectaría, por primera vez, las provincias de Córdoba y Málaga, con el objetivo de fomentar las exportaciones y las importaciones de productos, y trasladar el carbón cordobés (de Espiel y Belmez) hacia las industrias malagueñas que lo necesitaban como materia prima o bien para la venta al exterior. Este fue el escenario que hace 150 años dio lugar al primer tren entre la ciudad de la Mezquita y la Costa del Sol, que, tras varios años de cambios, fue impulsado por un grupo de empresarios malagueños representados por Jorge Loring, quien recibió la adjudicación del proyecto en 1859.

"La idea que se tenía es que España era un país muy atrasado y había que favorecer el desarrollo, pero no que el Estado llevara la iniciativa, sino que se favoreciera el establecimiento de empresas que, con una ordenación determinada, la llevaran. Otra cosa es que quizá, en algún momento, dieran algún tipo de subvención". En estos términos explica Alvaro Olivares, el presidente de la Asociación Cultural Cordobesa de Amigos del Ferrocarril, el origen de esta infraestructura en la iniciativa privada y la diferencia entre este proceso, que tuvo lugar en el siglo XIX, y los actuales. En esta línea, el presidente de ACAF hace hincapié en que el ferrocarril "es un sistema costoso" y "con el paso del tiempo se fue viendo que o se metía el Estado --esto pasó también en el resto de Europa-- o se venía abajo".

Este medio de transporte supuso una comunicación moderna entre localidades, a través de una infraestructura "con gran capacidad para enviar y recibir mercancías, y para viajar, utilidades que traen desarrollo y progreso desde todos los ámbitos", señala Olivares. El especialista recuerda que esto fue lo sucedido en municipios como Montilla, Aguilar de la Frontera, Puente Genil y Lucena, este último "por conexión con otra línea procedente de Jaén". También comenta que "en aquellos tiempos, especialmente, el ferrocarril era bastante dependiente de la mano de obra y allí donde se asentaba solía dar bastante trabajo", una situación a la que se sumaba la creación de poblados que, en el caso de esta línea, fueron dos: Campo Real, ya desaparecido, y Bobadilla, que se ubica en Antequera (Málaga).

La Revista del Ministerio de Fomento ha publicado un artículo sobre el 150 aniversario del tren Córdoba--Málaga (firmado por María del Carmen Heredia Campos) que destaca que el primer tramo, de Málaga a Alora, fue inaugurado por la reina Isabel II en septiembre del año 1863, y dos años más tarde, en agosto del 1865, tuvo lugar la puesta en marcha de este ferrocarril.

Aludiendo a las informaciones de la prensa de la época, apunta que se realizaban dos viajes diarios de ocho horas de duración, lo que el tren tardaba en realizar un recorrido integrado por 17 túneles, 18 puentes, 13 estaciones, 8 viaductos y el paso de cinco ríos. El coste de la obra fue de 210,5 millones de reales y en su construcción fueron empleados 26.620 obreros, durante los tres años que duraron los trabajos. Con motivo del impulso de esta línea de ferrocarril, en 1864 fue levantada la estación de Cercadilla en Córdoba, que trece años más tarde se integró en la Compañía de los Ferrocarrilles Andaluces, constituida por Jorge Loring y el empresario Joaquín de la Gándara.

La línea Córdoba--Málaga fue, además, la protagonista del primer reportaje sobre un ferrocarril realizado en la historia de la fotografía española, del que se extrae la imagen superior de la página, realizada en el año 1867 por el italiano José Spreafico.

Fuentes de Renfe recuerdan que desde el año 2013, y debido al plan de racionalización de servicios de media distancia, dejaron de circular los trenes que enlazaban Córdoba y Bobadilla, aunque entre Bobadilla y Málaga sí se realizan servicios de viajeros desde esta capital a Sevilla y de Málaga a Ronda. Además de esto, funciona un tren de cercanías que une Málaga y Alora. A finales del 2007 comenzó su actividad la alta velocidad que conecta Córdoba y Málaga, una infraestructura que transporta viajeros pero no mercancías, por lo que esto se sigue realizando por la línea convencional.