Se cumplen 10 años del inicio de la crisis financiera mundial y cinco del rescate del sistema financiero español, que tuvo su punto álgido en mayo del 2012, con la crisis de Bankia. Las consecuencias de dicha crisis han afectado seriamente al sistema financiero del país, hasta el punto de que ha supuesto la práctica desaparición de las cajas de ahorro como entidades de crédito, y con ello la transformación del 50% del sistema financiero en grupos bancarios. En la actualidad, prácticamente todas las cajas están integradas en grupos bancarios o han sido absorbidas por bancos.

La crisis económica desatada en el año 2008 se ha cobrado muchas víctimas, algunas de las más numerosas en el sector de la construcción o en el comercio, pero no hay que olvidar que los bancos y las cajas de ahorro han reducido sus plantillas de una manera extrema en este tiempo. En Córdoba se han perdido un tercio de los empleos que había en el sector financiero hace una década, según un informe elaborado por el sindicato CCOO a nivel andaluz. Eso se traduce en 1.295 ocupados menos (un 33,42 por ciento) que en el 2008 en el sector de los bancos y cajas.

Según el sindicato, el proceso de desmantelamiento de la red de oficinas del sistema financiero español «suma y sigue». CCOO sostiene que se ha producido «un durísimo proceso de reestructuración que, además de despidos, ha supuesto exclusión financiera de amplias capas de la población a consecuencia del cierre de miles de oficinas bancarias». Los datos facilitados por el Gobierno a principios de este año a raíz de una pregunta parlamentaria del grupo Socialista apuntan a que Córdoba tiene un total de 493 oficinas bancarias, una por cada 1.605 habitantes. En el año 2008, previo a la crisis financiera, había en la provincia un total de 699 oficinas bancarias y ahora cuenta con sólo 493, lo que significa que hay 206 oficinas menos, es decir, un 30 por ciento menos de sucursales bancarias prestando servicios. Dicha circunstancia, según ha explicado el diputado del PSOE Antonio Hurtado, «va a continuar en los próximos años porque la banca está en pleno proceso de reestructuración y de concentración de sucursales». Ello trae consigo, inevitablemente, «un riesgo de exclusión financiera» de quienes no pueden acceder a los servicios bancarios, porque «están obligando a desplazarse a muchas personas a otros núcleos de población para acceder a los servicios financieros». A su juicio, la reducción de las oficinas bancarias y del empleo obedece a criterios de rentabilidad económica y de mayores exigencias de solvencia a los bancos, lo que les impide mantener muchas sucursales bancarias en pequeños núcleos rurales. Además, abogan por la banca on line, pero «son muchas las personas mayores que ni tienen ordenador ni están capacitadas para su uso bancario», según Hurtado.

El responsable del sector financiero de UGT en Córdoba, Francisco Rojano, califica de «tremendo» el impacto que ha tenido la reestructuración del sistema en el empleo y lamenta que las posibilidades de acción del sindicato son escasas. «La legislación laboral permite empezar un ERE de forma unilateral, y lo único que podemos hacer es que las cosas sean lo más favorables posible», apunta Rojano, quien hace hincapié en que «la prolongación de jornada, con horas extras, que se aplica en este sector no ha beneficiado que haya nuevos contratos». El representante de UGT augura un escenario nada positivo. «Los expertos dicen que aún queda por andar en la reestructuración del sector», señala Rojano, quien añade que lo más cercano es «la transformación digital».

El representante del sector Servicios de CCOO en Córdoba, Mateo Gordillo, coincide en que «es muy preocupante la reducción de empleos y de oficinas» y lamenta que «el futuro va a ir en la misma línea». A su entender, «cada vez se cierran más sucursales y hay más exclusión financiera» e insiste en que la pérdida de empleos «redunda en una peor atención al cliente». A su juicio, «los datos son claros y evidencian que este sector ha sido uno de los más afectados por la crisis».

Según el estudio El acceso a los servicios bancarios en España, de publicaciones Cajamar, más de 2.000 cordobeses carecen de una oficina bancaria en sus municipios donde realizar sus gestiones financieras, debido a los cierres efectuados por las entidades durante los años de crisis económica. La carencia de este recurso afecta, según dicho estudio, al 7% de los municipios de la provincia.

Con la integración del Banco Popular en el Santander, la mayor parte del mercado financiero en España está en manos de cinco entidades. Estas llegan a sumar entre el 80% y el 90% de la actividad bancaria española, y ese nivel de concentración puede que resulte inquietante, desde la perspectiva del consumidor, si se repara en que las tres grandes entidades del sector -Santander (Popular), CaixaBank y BBVA- concentran entre el 60% y el 70% en crédito y depósitos de particulares y de pequeñas y medianas empresas.

La fusión en Andalucía

La fusión bancaria ha supuesto la reducción del peso financiero de Andalucía, que ha perdido todas las cajas de ahorros y sólo conserva Unicaja Banco; la desaparición de más de 10.000 puestos de trabajo en lo que va de crisis; y, también, que 102 municipios de áreas rurales no tengan servicio de banca por el cierre de oficinas. El proceso de exclusión financiera irá a más cuando se complete el originado por la fusión de Bankia y BMN, objeto en estos momentos de un ERE, según los datos expuestos durante una reciente comparecencia del presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Fernando Rodríguez Villalobos.

En el caso de Córdoba, en enero de 2011 el Grupo BBK asumió la plena propiedad de Cajasur. La caja vasca ganó la subasta convocada por el Banco de España (BdE) en julio de 2010, tras intervenir la entidad cordobesa, que se extinguió a finales de ese mismo año. Así, nacía la nueva Cajasur, transformada en un banco, el BBK Bank Cajasur, e integrada en BBK. El acuerdo supuso la salida de 240 trabajadores, 151 de los cuales fueron elegidos por BBK y el resto fueron bajas voluntarias. Más tarde vendrían nuevas reestructuraciones de la plantilla, además de otras medidas, como la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo para el personal durante los próximos ejercicios que acarreaba una reducción de jornada y salario del 10%. A mediados de 2014 se hizo efectiva también la fusión de la Caja Rural de Córdoba y la Caja Rural del Sur, quedando la entidad bajo la denominación de esta última.