La Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha desde hoy y hasta el domingo una campaña para controlar el cumplimiento de la obligación de detenerse ante el semáforo en rojo. Según la DGT, en el 2011 se produjeron en la provincia de Córdoba 24 accidentes con víctimas como consecuencia de no respetar la luz roja y 1.848 puntos fueron retirados a los 460 conductores que no respetaron la obligación de detenerse ante el semáforo.

Además de la pérdida de cuatro puntos, incumplir la obligación de detenerse ante un semáforo en rojo constituye una infracción grave de las recogidas en la ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, que lleva aparejada una sanción de 200 euros.

Los datos, según la DGT, avalan la necesidad de que se haya programado esta campaña como un acicate para reducir la siniestralidad viaria en los municipios, que soportan el 57% de los accidentes con víctimas, el 22% de los fallecidos por accidente de tráfico y el 53% de los heridos por esta causa, del total de los ocurridos en las vías públicas españolas.

Los semáforos y las señales luminosas son también un elemento de vital importancia para contribuir a reducir las colisiones y los atropellos, sobre todo en aquellas vías con mayor riesgo. Por eso, una de las medidas genéricas que deben adoptarse es adaptar el tiempo de los semáforos --en especial el tiempo de rojo-- a las características de cada vía para reducir las colisiones, en especial en los cruces, y programar las fases de los mismos para facilitar el paso de los peatones y de las personas con movilidad reducida.

En el cumplimiento de las normas de circulación y convivencia de todos los actores de la vía pública debe inculcarse, según la DGT, el respeto de todos por las normas que regulan el uso del espacio público urbano.