A partir del 1 de febrero del año que empieza la pista del aeropuerto de Córdoba estará operativa en su totalidad. Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) da este paso cuatro años y medio después de que habilitase una solución provisional para poder utilizar la pista recién ampliada, en la que se ha operado sin problemas pero con algunas limitaciones que en poco más de un mes desaparecerán. La demora se ha debido al retraso que ha sufrido el soterramiento de líneas eléctricas, que tardó en iniciarse y que ha tenido varias interrupciones durante las obras. El miércoles, Endesa daba cuenta de la finalización de los trabajos para soterrar la línea de alta tensión y eliminar las torretas que la sustentaban, y un día después, el Ministerio de Fomento, a través de una nota, anunciaba que la empresa AENA ha iniciado los trámites para poner en servicio la pista del aeropuerto al completo. Las torres de la línea suponían un obstáculo para la operativa de los aviones.

Desde el 25 de julio del 2013, cuando habían transcurrido cuatro años desde del inicio de las obras de ampliación de la pista y dos desde la finalización de las mismas, AENA, al ver que el soterramiento de líneas se demoraba, decidió permitir despegar a las aeronaves que lo necesitasen por la cabecera 21 y aterrizar por la 03. La novedad ahora es que, tras el soterramiento, los aviones que necesiten la pista entera podrán despegar y aterrizar indistintamente por cualquiera de las dos cabeceras.

AENA publicó ayer en el manual básico para la navegación aérea, el AIP, la fecha en la que pondrá en servicio la pista de vuelo al completo. El hecho de tener que esperar algo más de un mes para ello responde a que antes deben culminar las obras que se llevan a cabo para desplazar el umbral de la cabecera hasta su ubicación definitiva.

Entre una obra y otra, es decir, entre los trabajos de soterramiento y los necesarios para desplazar el umbral de la pista, la inversión realizada por AENA ha sido de 6,5 millones de euros. Dentro de esa cantidad, 6,2 millones ha costado el soterramiento y 226.900 los trabajos para el desplazamiento del umbral, que está acometiendo la empresa Cobra Instalaciones y Servicios.

Las obras para soterrar la línea empezaron en abril del 2015, dos años después de que AENA adoptara la solución provisional para el despegue y aterrizaje. La oposición vecinal, en un primer momento, y los permisos necesarios después, alargaron su inicio. Después, han estado paradas en varias ocasiones.