Un total de 77 víctimas de violencia de género, 35 de ellas mujeres y 42 menores a su cargo, disfrutarán durante los meses de julio y agosto en la provincia de Córdoba de unas vacaciones divertidas, normalizadas y libres de violencia machista gracias a la XVI edición de Vacacionantes, una iniciativa del Servicio Integral de Atención y Acogida del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM).

El programa, que ha sido presentado este viernes por la directora del IAM, Carmen Cuello, y la delegada del Gobierno andaluz en Córdoba, Rafi Crespín, tiene como objetivo, además de ofrecer vacaciones normalizadas, favorecer la integración de las víctimas, especialmente de las niñas y niños, en el ámbito afectivo, social y cultural de la nueva ciudad en la que residen, al encontrarse en estas fechas tan señaladas fuera de su entorno familiar por haber sido acogidas ante el elevado riesgo de muerte por violencia de género. En Andalucía serán 536 las personas beneficiarias, 288 de ellas menores.

A este respecto, Crespín, quien ha estado acompañada también por la directora provincial del IAM, Mercedes Bermúdez, ha destacado que esta es "una demostración más de que las prioridades del Gobierno de Andalucía son las personas y en especial las más débiles y más frágiles por diversas situaciones económicas o sociales, como es este caso son las mujeres víctimas de la violencia de genero y sus hijos e hijas".

Como ha explicado la delegada, "la igualdad es un motor de desarrollo en todos los sentidos y la violencia de género es una degradación de los valores humanos más elementales, que ataca contra la dignidad de las personas y el objetivo del Gobierno andaluz es luchar por la igualdad entre hombres y mujeres, combatir la violencia machista y ofrecer todo nuestro apoyo afectivo, y sobre todo legal, a estas mujeres que están pasando por situaciones indeseables".

Crespín ha expresado su alegría y satisfacción al comprobar como "los niños y niñas, esas víctimas inocentes de la violencia de género, tienen la oportunidad de disfrutar, como otro compañero o amigo, de unos días de descanso, con tranquilidad y lejos de aquellas situaciones desagradables que han tenido que vivir".

El programa se desarrolla en la red de 34 centros de atención y acogida a víctimas de violencia de género del IAM, que cuenta con un total de 471 plazas para personas que dejan sus hogares a causa de las agresiones y amenazas sufridas.

Los centros, que prestan servicio las 24 horas durante 365 días al año, se dividen en tres tipos: centros de emergencia --que garantizan a las víctimas una acogida inmediata y una atención de emergencia--, las casas de acogida --centros residenciales que trabajan en la atención integral para salir de la violencia-- y los pisos tutelados --que favorecen la autonomía de las mujeres, una vez que han pasado por los otros dos recursos--.

ACTIVIDADES LÚDICAS

Vacacionantes ofrece durante los períodos vacacionales (navidades y verano) un conjunto de actividades lúdicas para las personas acogidas en los centros, lo que favorece su integración, aumenta su autoestima, fortalece el vínculo materno-filial y, sobre todo, crea un ambiente de seguridad, respeto y buen trato como modelo de convivencia.

Así, el programa, que cuenta con la participación de todo el personal de acogida (auxiliares sociales, psicólogas, etcétera), abarca actividades tan variadas como fiestas del agua, talleres de cocina infantil y hábitos saludables, lecturas de verano, manualidades con elementos reciclados, cine de verano, taller de jardinería, cenas y tertulias de verano, juegos cooperativos o diferentes excursiones a playas, piscinas o lugares de interés turístico y cultural, entre otras. Junto a ello, se programan talleres específicos para apoyar a las mujeres en la búsqueda de empleo y en el desarrollo de su autoestima.

En sus 15 ediciones anteriores, Vacacionantes ha beneficiado a 20.250 víctimas de violencia de género, 9.000 de ellas mujeres y 11.250 menores a su cargo y, según ha explicado la directora del IAM, este programa se enmarca dentro del objetivo de la Junta de Andalucía de ofrecer "una atención integral y temprana a menores expuestos a la violencia de género, con el fin de evitar que perpetúen la violencia de género que han sufrido en sus casas y recuperen una vida libre de maltrato".

En este sentido, Carmen Cuello ha señalado que "las niñas y niños que, desde edades muy tempranas, están expuestos a la violencia de género en sus hogares son especialmente vulnerables, ya que tienen el riesgo de reproducir esos patrones o sufrir secuelas que lastren el resto de su vida".

Se trata, según ha concluido, de menores "que pueden sufrir diversas consecuencias psicológicas, emocionales, sociales, cognitivas y físicas, en función del tipo de exposición a dicha violencia, a lo que se suman los problemas derivados del derecho del maltratador a los regímenes de visita, que puede dar lugar a que el menor se convierta en víctima directa como instrumento de daño del agresor hacia la madre".