El segundo mercado romano ya está aquí. "Habemus mercatus romanum, señoras y señores, ladies and gentlemen". Bueno, lo de romano es un decir. Eso va en el ojo de quien lo mira. Si alguien dijera que el mercado es medieval, estambulita tardío o hippy progre también valdría. En esto de los mercados temáticos no hay que ser purista ni dejarse llevar por los detalles. Vale que en la Roma de los gladiadores y las cuádrigas igual no vendían tanto chorizo y morcilla al infierno, ni te ofrecían a probar trocitos de queso extremeño, quizás no se vendieran gofres o crepes al estilo francés, que la cerveza de la época no era de la Cruz del Campo y que el pulpo gallego y las gaitas no eran tan protagonistas en sus eventos como en este mercado, pero eso es lo de menos. En una ciudad como Córdoba, la interculturalidad prima también en los mercados, y con ese ánimo es con el que decenas de colegios compartieron la mañana de ayer con multitud de viandantes en el entorno del puente romano (ése sí que es romano, o lo era), disfrazado para la ocasión, donde tuvieron la oportunidad de presenciar el pasacalles de inauguración, saludar a Astérix y Obélix y a las ocas que estos días se pasean por la zona, y observar de cerca las aves presentes en el puesto de cetrería. El rincón infantil ofrece talleres durante todo el día a los más pequeños, que tienen la opción de probar el tiro con arco, la catapulta y la lucha con espada y escudo en la escuela de legionarios o de asistir a representaciones de títeres, música y teatro. Los que llevaban el bolsillo bien aprovisionado también tuvieron la ocasión de dejarse llevar por el capricho degustando algunas de las delicias de comer con las manos que te asaltan por el camino en estos lares o llevarse a casa productos de artesanía de lo más variados: tes, especias, juguetes de madera, productos de cuero hechos a mano, saquitos térmicos, mieles, mermeladas, lotes de productos ibéricos, todo tipo de complementos para hombre y mujer, jabones olorosos y especies. Todo muy tentador.

Con cielo azul oscuro casi negro, el Circus Máximus hizo al mediodía de ayer su primer pase público, un gran ensayo general con el que abrieron boca a los primeros visitantes. Hoy y mañana, habrá tres pases diarios, con carreras de cuádrigas y peleas de gladiadores. Todo ello, al módico precio de 3 euros niños y 7 los adultos. 80.000 euros ha costado a la empresa montarlo todo. Ahora solo queda que el tiempo y Córdoba reciban a los romanos con los brazos abiertos. Déjense llevar. Ya saben que todos los caminos llevan a Roma.