En política, llegar al ecuador equivale a estar en la recta final. Y el gobierno municipal ya cumple dos años de mandato, con lo que apenas le queda año y medio (el otro medio es de precampaña) para demostrar a sus votantes que ha merecido la pena depositar la confianza en las formaciones que lo sustentan, en el caso de Córdoba capital una alianza del PSOE (7 concejales) e Izquierda Unida (4 concejales) con el apoyo para las grandes decisiones de la agrupación electoral Ganemos (4 concejales). Frente a ellos, el enorme grupo de la oposición, con los 11 concejales del Partido Popular (PP), los 2 de Ciudadanos y 1 de UCOR. Un equipo de gobierno ajustado en el número, desbordado en el trabajo y envuelto en conflictos: unos, heredados del anterior equipo del PP, otros nuevos y otros surgidos al anular decisiones anteriores e intentar reconducirlas con los nuevos criterios.

Todo ello, en medio de una salida de la crisis que todavía no ha alcanzado a la población de a pie y de una vorágine política electoral, primero en la Junta de Andalucía, después en el Gobierno central, que ha generado inseguridad y hasta falta de interlocutores para sacar adelante los proyectos. Y ahora, con las habituales estrategias de cara a futuras convocatorias electorales, los socios de gobierno local empiezan a dejar aflorar sus discrepancias.

Si hasta el momento no han sido un engranaje bien consultado, al menos los problemas se abordaban dentro, pero ya están empezando a ser de dominio público, pues cada cual querrá barrer las buenas noticias hacia sus propias urnas. Y no hay mucho de lo que presumir, quizá por eso la alcaldesa, Isabel Ambrosio, en su balance de esta semana, ponía el acento en lo que se propone resolver en los próximos dos años. Porque se han puesto en marcha iniciativas de protección social, de mejor atención a los ciudadanos, de refuerzo de determinadas áreas y numerosas comisiones para intentar, con expertos y ciudadanos, buscar las mejores salidas a problemas o a iniciativas que se quieren poner en marcha. Pero falta lo tangible, el edificio, el parque que permita cortar un lazo, y esa es la gran urgencia.

¿Qué ha pasado en estos dos últimos años? El equipo que encabeza la socialista Isabel Ambrosio se encontró un Ayuntamiento saneado. Su gobierno no ha tenido que afrontar las angustias económicas que sufrió el de José Antonio Nieto en su primera etapa, pero sí ha tenido que soportar la caída en picado de las inversiones públicas. Ni los Presupuestos Generales del Estado ni los de la Junta de Andalucía han tenido a bien destinar dinero a Córdoba.

Como leerán a partir de ahora, cada grupo político tiene una visión distinta del resultado de la gestión desarrollada en estos dos años de gobierno PSOE-IU. El PSOE hace hincapié en los logros, mientras que la oposición lamenta que no haya un proyecto de ciudad definido. El portavoz de IU, Pedro García, ha rehusado hacer su valoración de estos dos años.

La alcaldesa destaca las políticas sociales

Para la alcaldesa, Isabel Ambrosio, la prioridad ha sido «hacer frente a la situación de emergencia social que se vivía en Córdoba y revertir las políticas dirigidas a la privatización de las empresas públicas puestas en marcha por el PP, que se tradujeron en un considerable deterioro de los servicios que estaban prestando, además de arrancar proyectos que solo existían en maquetas y titulares de prensa, pero que, como el cercanías, carecía de cualquier trabajo serio que lo avalara». Destaca la regidora local las actuaciones en el terreno social, como el mínimo vital de agua, o los acuerdos con entidades financieras para la cesión de viviendas y con suministradoras de energía para garantizar sus servicios en casos de vulnerabilidad.

Consciente, como dice, de que la generación de empleo es fundamental para romper con una situación muy complicada de la sociedad, la alcaldesa asegura que está trabajando «en proyectos muy ambiciosos para convertir Córdoba en un referente fundamental, tanto en el sector de la logística como en el de la producción Halal, un mercado de decenas de millones de personas en todo el mundo, que en un plazo razonable de tiempo consumirán productos halal fabricados y certificados en Córdoba».

Anuncia que mantiene la apuesta por Rabanales 21 con todas las acciones necesarias para rescatar este proyecto y hacerlo viable como polo imprescindible para el desarrollo en Córdoba de una industria tecnológica fundamental para nuestro desarrollo.

Otro tanto dice del sector del emprendimiento, «donde hemos conseguido una de las escuelas de capacitación digital y uno de los Open Future de Telefónica, con entrada en funcionamiento en un muy breve plazo de tiempo». Y recuerda que se han abordado proyectos estructurales como el cercanías, «que este mismo año entrará en funcionamiento», o el centro de exposiciones, ferias y convenciones, «asuntos ambos que a nuestra llegada al gobierno municipal se encontraban en el limbo y que ha habido que poner en marcha, uno desde cero y el otro desenmarañando el caos en que estaba sumido».

«Gobierno sin rumbo», según Bellido

Para el portavoz del PP, José María Bellido, después de dos años de pacto de gobierno se confirman las peores previsiones: «Córdoba tiene un gobierno sin rumbo ni dirección, con un liderazgo débil, incapaz de impulsar los proyectos que la ciudad necesita». A este respecto, indica que «si en los dos primeros años no hubo nada, poco podremos esperar de los siguientes».

El portavoz del PP exige a la alcaldesa explicaciones sobre la puesta en marcha del metrotrén, sobre la paralización del centro de exposiciones, ferias y convenciones, sobre la situación de Rabanales 21 y sobre el Plan Turístico de Grandes Ciudades.

En sus críticas a la gestión del equipo de gobierno, Bellido indica que los barrios han perdido el millón de euros de subvención que dio el Gobierno de Rajoy para obras y que este gobierno no supo convertir en obras. «Córdoba ha perdido dos años para hacer una política social eficaz».

¿Y hay algo positivo a ojos de Bellido? «Que solo quedan dos años para devolver a la ciudad al camino del progreso, del desarrollo económico y la acción social real, porque hay muchos cordobeses que con su trabajo contribuyen a la generación de empleo, a impulsar acciones sociales y a mantener tradiciones».

Ganemos echa en falta más coordinación

Por su parte, el portavoz municipal de Ganemos, Rafael Blázquez, echa en falta una buena coordinación entre delegaciones, «algo que se enfatiza aún más cuando son necesarias políticas conjuntas y en común de ambos partidos para trazar planes a largo plazo». Añade que la parálisis del gobierno en áreas como Turismo «se ha traducido en políticas continuistas sin un plan transformador hacia otro modelo más sostenible». La remunicipalización es un tema pendiente para Ganemos, ya que «garantiza unos servicios públicos de calidad».

Sin avance en los proyectos de ciudad, resalta C’s

El portavoz de Ciudadanos (C’s), David Dorado, lamenta el hecho de que «llevamos dos años perdidos para la ciudad de Córdoba, donde no se ha avanzado en ningún proyecto de ciudad, no se ha mejorado la gestión del turismo y donde la única gestión destacable en Urbanismo ha sido poner en peligro la continuidad de una fábrica (Cosmos) que está dando empleo y actividad económica». Para Dorado, ante la falta de gestión «se han abierto polémicas estériles como la titularidad de la Mezquita-Catedral para complacer a sus minorías, menospreciando las verdaderas preocupaciones de los cordobeses». Critica, además, la gestión en la Gerencia de Urbanismo, que, según su opinión, ha estado estos dos años «colapsada y convertida en un coladero de amigos que, lejos de prestar un servicio que facilite la apertura de negocios y la actividad económica, se ha convertido en un lastre para Córdoba».

«La ciudad funciona por inercia», según UCOR

El portavoz municipal de UCOR, Rafael Serrano, señala que, después de dos años, «nos encontramos con una ciudad que sigue funcionando más por inercia que por el impulso de nuestros dirigentes. La ciudad sigue parada en muchos aspectos».