El presidente de la Asociación de Empresas Fabricantes y de Servicios de Córdoba (Asfaco), Miguel Ángel Tamarit, patinó ayer en su comparecencia pública en la Diputación, lo que le valió un aluvión de críticas que horas después le obligó a rectificar públicamente. Y es que, durante su intervención con motivo de la presentación del estudio sobre las pymes, Tamarit aludió a las elevadas cifras de paro que soporta Córdoba, la segunda provincia con una tasa de desempleo más alta después de Cádiz. En este contexto, el presidente de Asfaco vino a decir que lo de Cádiz se entiende porque allí «son muy graciosos, pero no trabajan», algo que consideró «un mal endémico de los gaditanos», si bien señaló que Córdoba no se merece estar en el segundo puesto porque «el talante cordobés es distinto». Lejos de decirlo de pasada, Tamarit comentó una anécdota de su hijo. «Un hijo mío que tiene mucha sorna le dijo una vez a un consejero ¿cómo se te ocurre abrir ahí una fábrica si los gaditanos no trabajan?», comentó ante un aforo lleno de público», «como cuando los trabajador de los astilleros, con su mono puesto, se ponen a pescar». Las críticas no se hicieron esperar. Mientras las redes sociales echaban humo, el alcalde de Cádiz, José María González Kichi, aseguró que los gaditanos «se levantan muy temprano y se acuestan muy tarde para llevar un plato a las mesas de sus hijos», la presidenta de la Diputación gaditana, Irene García, que calificó sus palabras de «insulto a los trabajadores gaditanos», y la Confederación de Empresarios de Cádiz, le nombró empresario non grato y pidió una rectificación.

La rectificación llegaba horas después en forma de comunicado: «No pretendía en ningún momento hacer una comparativa entre provincias ni por supuesto crear polémica. Mis comentarios, sin duda, han sido desafortunados, por lo que pido al pueblo gaditano mis más sinceras disculpas».