Si la titularidad municipal del Triunfo de San Rafael está clarísima para el concejal de IU Francisco Tejada, tan diáfana o más lo veían ayer distintos altos responsables de la diócesis consultados por este periódico, que repitieron los argumentos que respaldan informes basados en antiguos documentos. Así, se reiteró que la plaza del Triunfo de San Rafael, donde se levanta el conjunto escultórico, forma parte de un antiguo hospital adscrito al edificio que ahora es el seminario. Más aún, el Triunfo fue obra de Miguel de Verdiguier en torno a 1770, cuando fue llamado a Córdoba para realizar, precisamente, los púlpitos de la Catedral, que religiosamente pagó la Iglesia. Además, el triunfo de San Rafael es un hito sacralizado, fue bendecido formalmente en su día y en su interior conserva reliquias de santos cordobeses. De hecho, "puede entenderse como un gran relicario", explicaba ayer el canónigo Fernando Cruz Conde.

Por si fuera poco, el propio cardenal Gerhard L. Müller, prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe y una de las más importantes figuras de la Iglesia, apoyó implícitamente la causa. Así, en la inauguración del curso sobre San Juan de Avila, en un denso y combativo discurso contra la los ataques que, considera, está sufriendo la Iglesia por "el proyecto de descristianización de Europa", improvisó (al menos sobre el texto que después distribuyó la diócesis) para criticar que se le niegue a la Iglesia hasta "la propiedad sobre su patrimonio", bienes que "ha sabido conservar con amor". "Conocéis bien de qué os hablo", dijo a los presentes.