El Patronato de Huertos Familiares, dependiente de la Subdelegación del Gobierno, cederá al Ayuntamiento de forma gratuita el pabellón de la Juventud, unas instalaciones deportivas ubicadas en el Sector Sur, junto a la plaza de Andalucía, que permanecen cerradas e inutilizadas desde hace quince años, por lo que se encuentran cada vez más deterioradas. El anuncio lo realizó ayer el subdelegado del Gobierno y presidente del patronato, Juan José Primo Jurado, durante una visita al pabellón junto con el alcalde, José Antonio Nieto. De esta forma, se pone fin a años de negociaciones entre ambas administraciones.

A partir de ahora se abre un proceso de trámites burocráticos para hacer efectiva la cesión y su adscripción al Instituto Municipal de Deportes, que impulsará el proyecto, el concurso de obras y su puesta en servicio. Las previsiones del alcalde son que en este mandato "esté completada la actuación en el pabellón". Nieto cree que a lo largo de este año se salvarán todos los trámites administrativos para después empezar las obras, que tendrán un plazo de ejecución de dieciséis meses. El alcalde aseguró que su intención es "contar con los vecinos para definir el uso del pabellón". Aunque señaló que el "deportivo es el más razonable, no sabemos si será una sala polideportiva, tendrá una lámina de agua, piscina cubierta o gimnasio". Además de la definición de su uso futuro, el Ayuntamiento tiene la tarea de buscar financiación. Para ello, buscará "colaboración de la Junta y de otras instituciones". Además, y según indicó Nieto, "la Subdelegación estudia la posibilidad de dedicar una partida del patronato para el derribo".

El subdelegado, por su parte, explicó que las cuatro estatuas del escultor Juan Polo instaladas en lo alto del edificio se conservarán si se derriba. Dos se quedará el Ayuntamiento de la capital y las otras dos irán al de la localidad natal del escultor, Fernán Núñez. Este pabellón fue el primero de la ciudad y se abrió a principios de los años 60. Los okupas entraron en él en el 2009 y tuvieron que ser desalojados. Su reforma es una antigua reivindicación del barrio.