Al grito de "rescatan al banquero y desahucian al obrero", comenzaba la protesta que más de 200 personas llevaron a cabo ayer en la Plaza de Andalucía.

La plataforma Stop Desahucios se concentró en Córdoba para exigir a los bancos que abran todas las casas que tienen vacías en la ciudad y que sean puestas a disposición de las familias que las necesitan. Además, se mostraron voluntarios a colaborar en esta tarea, "si los bancos no saben cómo hacerlo, aquí estamos la gente de la plataforma, que nos den un listado de las casas y las llaves".

El portavoz de Stop Desahucios, Rafael Cidres, anunció que "por primera vez, llamamos a la desobediencia civil porque si quienes nos gobiernan se ponen de lado de quienes expulsan a familias de sus casas, no tienen legitimidad para gobernar".

Según la plataforma, en Córdoba existen miles de viviendas vacías que se están deteriorando y, a su vez, miles de familias en la calle por no poder pagar una hipoteca o alquiler.

Ayer, muchas familias contaron su historia en la concentración y explicaron los motivos que les llevaron a realojarse en una vivienda vacía. Es el caso de Raquel, que fue desahuciada y asegura que "fue mi responsabilidad como madre meterme en una casa y darle un techo a mis hijos". O de David, que tampoco quiso esconder su historia ni su rostro y contó que su mujer y su hija de 9 meses tienen un hogar gracias a su decisión de ocupar una casa propiedad del banco. La misma determinación tomaron José Antonio, Rashida y muchos otros que se despojaron de un antifaz que portaban en un principio para "no escondernos más y mostrar con orgullo nuestro rostro".

Después de leer el manifiesto, la concentración se trasladó al hogar de una de las familias afectadas. Pepi Cañete y su marido Paco tenían un pequeño negocio familiar que quebró, junto a sus hijos decidieron ocupar una casa propiedad de Cajasur. Dado que sus hijos tienen 18 y 19 años, no tienen derecho a ayudas para la vivienda. Después de haber reformado la casa desde que la ocuparan en el mes de marzo, ya han recibido la citación judicial para el 6 de octubre que les emplaza a abandonar la vivienda. Pepi asegura que "si me echan, me meteré en otra. Es lo único que puedo hacer".

Después de esto, Pilar Valderrama mostró la casa que habita desde el mes de abril junto a su familia, propiedad del Banco Santander. Pilar, que espera la orden judicial que le anuncie el desalojo para el 16 de octubre, explicó que "no pretendo vivir gratis, solo necesito un alquiler social para poder darle un techo a mis hijos".