La familia del marqués de Villaseca asegura que respeta el «archivo final» del caso de la denuncia por la extracción e incineración de restos del convento de Santa Isabel, aunque muestra su sorpresa y las «muchísimas dudas» que le genera. Como adelantó este periódico, la Audiencia Provincial ha desestimado el recurso interpuesto por el marqués de Villaseca contra la decisión de archivar las diligencias abiertas.

Un portavoz de la familia recuerda que «la abadesa tiene a su disposición el archivo en dicho convento, que permitía aclarar muchas cosas», aunque «no se ha podido tener acceso» al mismo. La familia teme que «como dicho archivo ha sido trasladado sin ningún control a Badajoz», se «hayan perdido documentos». Además, dice que «es fácil, simplemente con preguntar a cualquier historiador de Córdoba, enumerar las distintas familias enterradas» allí. A la familia le sorprende que no se considere «un ilícito penal contra el patrimonio» y estima que «hay suficientes pruebas históricas que demuestran el enterramiento en dicho convento de innumerables personajes históricos». En este sentido, cita casos en los que se ha dedicado «un gran esfuerzo en identificar sus restos», como el de Cervantes.

El portavoz de la familia destaca que «todo se hizo, incluido el sacar las obras de arte, teniendo ya conocimiento» de que se iba a iniciar el expediente de declaración del convento como BIC, lo que «habría complicado mucho la venta» en caso de que «hubieran estado tanto los enterramientos como las obras de arte». Las clarisas vendieron el convento a Arete 2016, que hará un hotel. Añade que en el caso se han presentado «muchas más» pruebas que en otros, que «demuestran el enterramiento de numerosas personas ilustres», que «no han sido suficientes por considerarse como meros documentos históricos».

La familia tiene claro que en la extracción de los restos «sí se ha faltado al respeto» y lamenta que «se ha dado por supuesta en todo momento la veracidad de todas las declaraciones realizadas por la abadesa sin cuestionar nada y sin necesidad de prueba alguna por su parte».