Rosa María Gómez Marín, vecina de Fernán Núñez, es la vicepresidenta de Alcer Córdoba. Tras 25 años en diálisis, a Rosa por fin le llegó el ansiado trasplante el pasado febrero. «Ya no recuerdo si me han llamado 13 o 14 veces para poder trasplantarme, pero hasta ahora no había sido posible, debido a que después de muchas transfusiones mi cuerpo había generado demasiados anticuerpos. Pero el hospital Reina Sofía, junto al Imibic y la Facultad de Medicina, llevan muchos años investigando y parece que han hallado una solución para que mi organismo pudiera aceptar un trasplante. Conmigo se han volcado todos los especialistas. No tengo más que palabras de agradecimiento para mi donante, para los profesionales del Reina Sofía y para toda mi familia, que lo ha pasado muy mal hasta que me han visto restablecerme», apunta Rosa, junto a su cuñada Conchi Rodríguez, que es técnico de laboratorio en la Unidad de Microbiología del hospital. En la mesa informativa que ayer presidió Alcer para informar sobre la donación y trasplante también estaba Rosario Martín, que ha recibido un segundo trasplante, después de que el primero le fallase tras 8 años operada, y se encuentra aún recuperándose, pero «muy animada».