Desde hace cuatro años, cuando llega el mes de noviembre, la solidaridad de los cordobeses se mide en kilos, o en toneladas. La Gran Recogida que lleva a cabo el Banco de Alimentos desafía a la ciudadanía durante dos días para conseguir que todo el mundo piense en quienes lo están pasando mal por culpa de la crisis y arrime el hombro en forma de productos no perecederos. Para ello, más de 3.000 personas, de forma voluntaria, gracias a la colaboración de distintas entidades, despliegan sus redes durante dos días en 175 establecimientos de toda la provincia con el fin de que el afán de ayudar no decaiga. Durante 48 horas y casi sin descanso trabajan para que estas fiestas todas las familias cordobesas puedan poner la mesa.

En los puntos de recogida, la actividad era ayer frenética, cuando no es recogiendo los alimentos, intentando convencer a quienes tienen dudas. "Nos encontramos de todo, personas que no pueden dar nada y nos cuentan sus historias y quienes vienen a comprar un cepillo de dientes y dejan bolsas enteras de comida al Banco de Alimentos", explican en un supermercado de Lepanto Blanca Rodríguez y Pedro Sánchez, dos alumnos de Turismo voluntarios por primera vez para esta iniciativa. "La gente viene dispuesta a ayudar, el problema es que no se paran mucho y no podemos explicarles que la pasta está muy bien, pero que hay que echarle algo a la pasta". Como cada año, Cabello recuerda que "todos los alimentos son bienvenidos, pero lo que más falta hace es aceite, leche, legumbres, latas de conserva y alimentos infantiles". El reto del 2015 es conseguir un poquito más que en el 2014 (305.000 kilos se recogieron) aunque, reconoce el gerente del Banco, Joaquín Cabello, que cada vez se complica más.

Compromiso social

Entre los usuarios que se deciden a aportar su granito de arena, hay de todo, pero una idea se repite. "No me gustaría verme en la circunstancia de ir a pedir comida, así que con lo poco o lo mucho que puedo, intento contribuir". Josefa Aguilar y su marido argumentaban así su ayuda, conscientes de que la crisis ha dejado a muchos en la cuneta y que la ayuda que se les presta viene más de la solidaridad de los vecinos que de las prestaciones públicas. La recolecta de alimentos continuará durante todo el día de hoy.