Los sindicatos CCOO y UGT dibujan un panorama negativo en el empleo, que han vuelto a poner de manifiesto esta semana en la concentración del 1 de mayo. La secretaria provincial de UGT, Isabel Araque, subraya el "paro endémico" que ha caracterizado la evolución económica de los últimos cuatro años, unido a la "precariedad cada vez mayor en el poco trabajo existente". Araque recuerda que en torno al 98% de los contratos "son temporales y, muchos de ellos, a tiempo parcial, la mayoría con cuantías salariales que no permiten la autonomía personal". Además, señala, "vamos camino de los 65.000 parados que no reciben ya en Córdoba ningún tipo de prestación o ayuda", por lo que, "sin industria y con una acusada dependencia de la temporalidad agraria y el sector servicios, sobre todo el vinculado al turismo, no hay posibilidad alguna de realizar cambios". Otro indicador es la bajada de la tasa de actividad, que avisa de "que se producen movimientos migratorios cada vez más perceptibles ante la imposibilidad de tener una vida mínimamente estable".

Este sindicato demanda un plan de choque "que potencie la industria agroalimentaria, un elemento básico desde el que construir una base sólida y duradera que, a su vez, genere nuevas oportunidades", señala. A su juicio, se da "un círculo vicioso", ya que, al no haber inversiones, no se produce gasto de las familias, que son las que pueden "mover la economía en general". Ante esta "situación de estancamiento", no ve posibilidad de mejoras que no sean puntuales y por "los característicos picos de sierra en determinados momentos turísticos o cuando se producen diversas labores en el campo". Araque considera la reforma laboral "un estrepitoso fracaso" con consecuencias en el aumento de los accidentes laborales, ya que "la precariedad" lleva a descuidar las alertas que garantizan la prevención. Recuerda que la inversión en salud laboral ha caído un 70% y que ya van 4 muertos y 36 heridos en el primer trimestre.

Por su parte, el secretario general de CCOO en Córdoba, Rafael Rodríguez, destaca que desde el año 2010, momento en el que la crisis empezó a hacerse más dura, "se ha mantenido la constante de crecimiento del desempleo en la ciudad de Córdoba, acompañada de una pérdida importante del poder adquisitivo de los trabajadores", a partir de "la decisión unilateral del Gobierno de Zapatero de rebajar un 5% a los empleados públicos", de la que tomaron "buena nota los empresarios", que "generalizaron las rebajas salariales a todos los sectores". Paralelamente, y a juicio de Rodríguez, ha aumentado la jornada laboral y han desaparecido "todas las conquistas de los años anteriores reflejadas en convenio", gracias a las reformas del Gobierno del PP, que "han roto el equilibrio que existía en las negociaciones de convenios colectivos". Además, se ha producido una caída "de los beneficiarios de prestaciones de desempleo o subsidios", también por los recortes, y una disminución de las prestaciones sociales, a lo que se une el aumento de la siniestralidad laboral. A esto se suma también "el olvido de las políticas de igualdad en las empresas y administraciones públicas, así como la caída de la formación de los trabajadores". Esto afecta "de forma negativa a la búsqueda de empleo, que en Córdoba se nota más al ser el sector servicios el que acapara más del 65%", mientras cae en la industria y la construcción.