Los sindicatos CCOO, UGT y Satse se concentraron ayer en la puerta del Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) para protestar contra el desmantelamiento del laboratorio de estas dependencias. Los sindicatos, junto a la práctica totalidad de la plantilla, exigieron que se mantenga la adscripción de estos centros al Servicio Andaluz de Salud (SAS) por su carácter eminentemente asistencial y, por tanto, que el personal que actualmente trabaja en los mismo siga perteneciendo y dependiendo del SAS y en ningún caso de la gestión investigadora.

Satse resaltó que "el Decreto de Biobancos tiene un contenido tan ambiguo que permite que la Administración andaluza haga y deshaga a su antojo con un único fin: desmantelar poco a poco los Centros de Trasfusión existentes en cada Provincia, centralizando toda la actividad en Granada y Sevilla. De hecho, el Centro Regional de Trasfusión Sanguínea de Córdoba ya ha sufrido el primer recorte de envergadura en sus servicios, desmantelándose hace unos días parte de sus laboratorios, los cuales se han trasladado a Sevilla". Satse y la plantilla de profesionales del Centro de Trasfusión temen que "éste sea el principio del fin de este servicio que se nutre de la solidaridad y el altruismo de los cordobeses que, desinteresadamente, hacen periódicamente sus donaciones de sangre y hemoderivados lo cual posibilita atender la enorme demanda que de estos productos se genera en los diversos centros sanitarios de la provincia de Córdoba".

CCOO denunció que "esta situación se une a la preocupación por el desmantelamiento que viene sufriendo el CRTS de Córdoba, que desde el pasado día 13 ha trasladado las pruebas diagnósticas de varios laboratorios a Sevilla. Además, en la actualidad está vacante la plaza de administrador, así como varias plazas de personal que se ha trasladado a otros centros en comisión de servicios y más del 60% de la plantilla es interina o eventual".