Los sindicatos CTA y CGT y el comité de empresa del Ayuntamiento de Córdoba cifraron ayer en un 90% de la plantilla municipal el seguimiento de la huelga de dos horas (última hora de la jornada de mañana y primera de la tarde) convocada en protesta por la escasa dotación de personal existente en los servicios del Ayuntamiento de Córdoba. Por el contrario , el gobierno local calculó que solo el 17% de la plantilla secundó el paro, primero que se convoca en este mandato municipal de Isabel Ambrosio.

El teniente de alcalde de Recursos Humanos, David Luque (PSOE), dijo que, una vez consultados los distintos servicios del Ayuntamiento de Córdoba, solo 241 personas secundaron el paro de un total de 1.400 empleados, si bien no facilitó los datos correspondientes a la primera hora de la jornada de tarde, aunque añadió que en ese horario solo trabaja personal de portería de colegios, de centros cívicos y una cuadrilla de parque y jardines, «unas 30 o 40 personas». Luque tiene previsto dar hoy las cifras que maneja el gobierno municipal y una valoración de esta jornada.

MANIFESTACIÓN // A las 13.30 horas, unos 300 trabajadores de distintas dependencias municipales (los de las empresas públicas no estaban convocados a esta jornada) se concentraron en las puertas del Ayuntamiento y desde allí marcharon en manifestación por la calle Alfonso XIII, plaza de la Tendillas y Claudio Marcelo para regresar a la calle Capitulares. No se produjeron incidentes durante la concentración y la manifestación.

Los sindicatos convocantes calificaron de «masivo» el respaldo a la huelga en todos los servicios municipales, con especial incidencia en las áreas de Infraestructuras, Servicio de Jardines, Servicios Sociales, Centros Cívicos, así como en el resto de servicios centrales y periféricos. La plantilla de la Policía Local no ha podido realizar la huelga por tenerlo prohibido por ley y, en el caso de los Bomberos, porque la sección que desarrolló ayer su trabajo estaban todos como servicios mínimos.

DENUNCIA SINDICAL// El comité de empresa y los sindicatos CGT y CTA hicieron una lectura «muy positiva del seguimiento, a pesar --dice-- de la política represiva y de intimidación que ha llevado a cabo el gobierno municipal, que se ha traducido en enviar Policía Local a las asambleas celebradas, prohibir la asamblea previa a la huelga convocada en Capitulares, no permitir la colocación de los carteles en los centros de trabajo donde explicábamos los motivos de la huelga, así como comunicaciones a jefaturas para exigir a los empleados municipales que con antelación a la huelga manifiesten, y en algunos casos se inscriban en un documento comunicando si realizarán huelga o no». Añadieron los convocantes que, «a pesar de todas estas medidas antidemocráticas, los empleados han manifestado su malestar por la escasa dotación de personal existente en los servicios municipales y su apuesta por la gestión directa estos servicios, parando las privatizaciones que se están desarrollando y estudiando la recuperación de los servicios ya privatizados» con anterioridad.