No hay vuelta atrás. Las empresas andaluzas están saliendo al exterior cada vez en mayor número. Abrirse a otros mercados les ha hecho capear la gran recesión que hemos padecido en los últimos años y demostrar que las firmas andaluzas son capaces de competir y superar a estadounidenses, asiáticas o latinoamericanas. Durante siglos el tejido productivo andaluz se ha orientado a proveer de productos a otras regiones de España, las más próximas a la frontera con nuestro mercado principal, la UE, y donde se ha concentrado la industria. Salir a la escena global nos está permitiendo comenzar a romper con esta asimetría que ha perjudicado a Andalucía, dejándola en el vagón de cola.

Internacionalizarse implica un cambio de mentalidad y también organizativo, ratificar que la calidad es sinónimo de ventas, que la marca es importante y que la competitividad sólo se puede mantener si se innova, y no a base de los sueldos bajos propiciados por la reforma laboral. En Andalucía las 20.843 empresas que exportan productos han superado los 20.000 millones en ventas. Representan el 20% del PIB, un puntal para el crecimiento de la economía andaluza, que cerrará el año con un 3% de aumento. Los empresarios están logrando dar un salto cualitativo con sus empresas. Desde la Junta lo hemos propiciado con la formación y el respaldo de Extenda. Andalucía ha hecho su parte y la sigue haciendo. Ahora le toca al Gobierno central dejar de mirar hacia otro lado y afrontar su responsabilidad: la de la inversión en infraestructuras. Las necesitamos para continuar avanzando. Ha escondido su falta de inversión detrás de los fondos europeos, que son un instrumento de refuerzo y complementario a la actuación nacional. Desde 2012 hasta hoy la cuenta asciende a más de 7.500 millones en déficit inversor. Nuestra comunidad necesita que se acometan las conexiones ferroviarias internas correspondientes a los corredores Atlántico y Mediterráneo para poder sacar ventajas de nuestros puertos. Son las puertas de acceso a las principales autopistas comerciales del mundo, las marítimas.

(*) Consejero de Economía y Conocimiento