Si creemos que la declaración de Parque Natural de Sierra Morena será un nuevo titulito que añadir a la, afortunadamente, larguísima lista de reconocimientos naturales y patrimoniales de Córdoba, estaremos equivocados.

La magnitud del proyecto y su significado no se limitará a ser una palabra más, a manera de reclamo, para añadir a folletos turísticos. ¡Ni mucho menos! Tiene implicaciones económicas, sociales, demográficas y hasta políticas a corto, medio y largo plazo, cuestiones que, por lo que nos jugamos, habrá que estudiar muy bien. Ya de hecho, todas estas cuestiones comenzaron el pasado lunes a plantearse con una reunión en Los Villares que presidió el Delegado de Medio Ambiente, Francisco Algar, y de donde salió un grupo de trabajo para impulsar el proyecto.

Pero, antes de meternos en cifras y argumentos en pro y en contra… ¿De qué hablamos cuando nos referimos al parque natural de Sierra Morena? Pues nada menos que de… ¡el mayor parque natural de España! Como suena y a pesar de que quizá los medios de comunicación no hayan reflejado suficientemente esta circunstancia en toda su magnitud.

EN CIFRAS / Hablamos de un cuarto de millón de hectáreas (exactamente 253.000 ha), 44.000 hectáreas más que el hasta ahora mayor parque natural de España: el de Cazorla, Segura y Las Villas. De hecho, el parque de Sierra Morena casi duplicaría la extensión de los otros tres parques naturales cordobeses juntos: los de Cardeña Montoro (38.449 ha), Sierra de Hornachuelos (60.032 ha) y el de la Subbética (31.568 ha). Más aún, con el parque de Sierra Morena, Córdoba sería la primera provincia española en terreno con esta calificación, pasando del 9% de su superficie declarada parque natural a un 28% de su superficie, 383.049 ha.

Pero hablemos de municipios para hacernos una mejor idea. El terreno que sería declarado parque natural abarcaría la parte al Norte del Guadalquivir de los municipios de Almodóvar del Río, Posadas, Córdoba (el 40% de su término municipal) y El Carpio. También términos casi o por entero como los de Villaviciosa, Villanueva del Rey, Villafranca y Adamuz. A los que hay que sumar la parte Sur de Fuente Obejuna, Espiel, Villaharta, Obejo, Pozoblanco y Villanueva de Córdoba. En un cuarto grupo estarían tre municipios que ya tienen parte de sus términos como parques naturales y que otra gran extensión se incorporaría al parque natural Sierra Morena: Hornachuelos, Cardeña y Montoro.

LOS QUE PIERDEN /Algo colosal y que sería otro motivo universal de orgullo, consideran sobre todo los impulsores del proyecto, tan cierto como a la vez “monstruoso”, como define el experto de Asaja Tomás Jurado, de la asociación más crítica con la iniciativa. Pero… ¿por qué? Pues porque, como ya se ha dicho, la declaración de parque natural no supone una mera calificación honorífica, un simple reclamo turístico. Implicará para algunas zonas (no todas las partes de un parque tienen la misma protección) fortísimas restricciones, en las que no se podrá tocar ningún elemento. Ni tan siquiera, por ejemplo, una pequeña cerca que haga viable y al menos algo competitiva una actividad ganadera o silvícola. Asaja, el gran detractor del proyecto, asegura basándose en datos del Comité Económico y Social Europeo (CESE) que la Red Natura 2000 solo paga el 20% de la cantidad que debería dar a los agricultores en los parques naturales europeos a título de compensación por las pérdidas y servicios especiales prestados para conservar los espacios.

LA POBLACIÓN / Otro factor a tener en cuenta: se tratará del parque español que, a buen seguro aunque a falta de hacer los cálculos del censo, tenga la mayor población residente tanto en núcleos consolidados como en parcelaciones o viviendas rurales aisladas.Basta recordar el caso del municipio de Córdoba y su Plan de la Sierra, que afectaría al 40% de su territorio, justo el que se integraría en el parque natural.

Tanto la federación vecinal Al-Zahara, con su presidente Antonio Toledano a la cabeza, como el Consejo del Movimiento Ciudadano, a través de Juan Andrés de Gracia, están reivindicando que el plan se revise para dar cabida al factor humano y poblacional. Es de esperar que esta misma demanda con el Plan de la Sierra se trasladará al diseño del parque natural, y no solo por parte de los colectivos ciudadanos del municipio cordobés, a buen seguro en otros términos municipales ocurrirá lo mismo.

LOS QUE GANAN / Sin embargo, también es cierto que la declaración de parque natural puede ser imprescindible para ir a otro modelo de producción y sostenibilidad del entorno natural y de las poblaciones que viven de él, un cambio socioeconómico (para muchos inevitable y ante el que ya hay que posicionarse) que junto a los esfuerzos que supone también aseguraría el futuro de la zona y conllevaría oportunidades de empresas, por de entrada, las relacionadas con la naturaleza y el turismo activo.

Ese es el espíritu de la norma que impulsó hace casi un año el Parlamento de Andalucía a través de una proposición no de ley impulsada por el diputado regional de Podemos por Córdoba, David Moscoso, haciéndose eco de una amplia «iniciativa ciudadana», recordó el pasado jueves en la Cámara andaluza.

Ahora bien, este cambio socioeconómico que supondría el parque para las poblaciones implicadas ¿sería viable a medio y largo plazo? A la espera de las nuevas empresas ¿no se habrán desploblado para entonces los municipios serranos más afectados y que dependen de la ganadería, la agricultura y la silvicultura? ¿No puede generarse hasta una proceso de gentrificación, como el que convierte los cascos históricos en parques temáticos, que despida a la población original? Estas son algunas de las muchas, muchísimas, preguntas a contestar.

Consenso en consensuar / En todo caso, el proceso está en marcha y a la mesa creada por los 17 municipios, la Diputación y agentes sociales se les unirá el grupo de desarrollo rural y mancomunidades, anunció el pasado jueves en el Parlamento andaluz el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, quien recordó que para la declaración de parque natural es preciso contar «con el consenso del territorio» afectado, pues, «de lo contrario estaríamos condenados al fracaso».

DEBATE HASTA EN EL NOMBRE / Y es que, hasta el nombre propuesto para el parque es polémico, ya que su denominación de Sierra Morena es más que discutible y, si se permite el feísimo palabro… hasta capitalcentrista. Hay que recordar que los vecinos del Guadiato y Los Pedroches, además de los geólogos y geógrafos, saben bien que Sierra Morena, la Cordillera Penibética, es la que separa estas comarcas por el Norte de Extremadura y Castilla-La Mancha, por mucho que popularmente se le llame ya Sierra Morena al primer cerro que aparece en la orilla izquierda del Guadalquivir. De hecho, confundir la Sierra de Córdoba (que sería el nombre correcto del parque) con Sierra Morena tendría connotaciones que dejarían a Los Pedroches y el Alto Guadiato fuera de Andalucía.

Ya ven: si solo el nombre no se librará del debate, imaginen el largo trecho que queda para obtener el necesario consenso sobre todos los aspectos del mayor y más poblado parque natural de España. Un camino que quizá sea necesario andar (o puede que no), pero que seguro será como todos los senderos de la Sierra… muy, muy largo.