Aunque reivindicar el origen cordobés del salmorejo pueda resultar una perogrullada tan grande como recordar que la paella es valenciana y no vasca, la polémica surgida a raíz de la celebración en Sevilla de un concurso sobre Patrimonio Gastronómico de Sevilla, que incluía esta tapa entre las posibles opciones, motivó ayer una declaración institucional por parte del concejal de Comercio y presidente de la Escuela de Hostelería, Ricardo Rojas, quien anunció que el Ayuntamiento hispalense se rendía a la evidencia. Con el gracejo que le caracteriza, Rojas explicó que la semana pasada envió una queja formal a su homónimo sevillano, Gregorio Serrano, de su mismo signo político, e informaba ayer en exclusiva de la respuesta: "He recibido un email de Gregorio en el que reconoce el error, pide excusas y dice que ha dado instrucciones para que se retire el salmorejo de la lista de platos a votar en las jornadas de patrimonio". Concluía así casi una semana de confrontación en torno a un hecho: el salmorejo es un plato cordobés.

Rojas daba cuenta de la noticia en la Escuela de Hostelería, donde la Cofradía del Salmorejo Cordobés presentó un informe dirigido por la experta Almudena Villegas sobre el comportamiento de este plato en 100 webs y blogs gastronómicos españoles. Entre otras conclusiones, el estudio desvela que un 45% de las webs citan el origen cordobés del plato, que el 71% prefiere la batidora de mano a la thermomix, que el 39% pela el tomate para elaborarlo y que la mayoría prefiere un sabor contundente, con presencia abundante de ajo, aceite de oliva extra virgen y vinagre de vino.

De la polémica sevillano--cordobesa, aún quedan algunos flecos, como la presencia en el concurso de otro plato made in Córdoba , el rabo de toro (o cola de toro en versión hispalense). Una cuestión que Ricardo Rojas zanjó al informar de que ya se ha encargado un estudio pormenorizado a Almudena Villegas sobre el origen local del rabo de toro y del flamenquín que documente con pruebas la autoría de ambos platos. Tanto Rojas, como Villegas, como Pablo Pombo, presidente de la cofradía, insistieron en que reivindicar el origen del salmorejo, referente de la ciudad, "no es más que defender la marca Córdoba" y añadieron: "si hay quien quiere copiar nuestras señas de identidad es que tienen calidad, lo malo no se copia".