La agricultura ecológica tiene un enorme potencial, aunque sigue teniendo en los mercados internos una de sus asignaturas pendientes. Córdoba exporta la mayor parte de su producción ecológica, lo que está aportando importantes ingresos a las empresas que incorporan un mayor valor añadido que la agricultura convencional. Los mercados internacionales valoran la trazabilidad y la seguridad, huyendo de crisis alimentarias que suelen aparecer cada poco tiempo. La alimentación segura y de calidad es uno de los rasgos que identifican el agro cordobés. Si a esto se une la importancia de la producción ecológica por sus rasgos saludables y de protección del medio ambiente, se refuerza la incorporación de valor añadido a las zonas rurales.