El sindicato de enfermería Satse denunció ayer en un comunicado que "en las últimas semanas se está produciendo un incremento notable del número de pacientes atendidos en urgencias, todo motivado por el aumento de patologías relacionadas con la época invernal". Según Satse, "muchos de los pacientes que acuden al servicio de urgencias del Reina Sofía precisan ser ingresados en alguna unidad de hospitalización, pero debido a la obstinación del gerente del hospital en mantener 100 camas cerradas, deben permanecer hasta más de 24 horas en una camilla en las urgencias mientras se les encuentra una cama".

El sindicato pone como ejemplo de esta penosa situación lo acontecido en las urgencias entre el lunes y ayer: a media mañana de ayer 7 aún quedaban 12 pacientes, que habían acudido a urgencias el día de antes, esperando cama para ser ingresados. Satse denuncia que esta situación es "inadmisible e incompatible con un sistema sanitario público que debe partir de la premisa de la calidad asistencial" y hace responsable al gerente, José M. Aranda, "de esta seria deficiencia". Finaliza el sindicato exigiendo que se abran las camas cerradas y que se refuerce el servicio de urgencias.

Por su parte, el hospital Reina Sofía desmintió ayer que el servicio de Urgencias esté masificado y aseguró que "la frecuentación en estos días es algo superior a lo habitual debido a las patologías infecciosas de tipo respiratorio, pero similar a la registrada el año anterior, si bien en enero la media fue un 3,5% más baja en el número de atenciones realizadas". Las mismas fuentes señalaron que "las camas del hospital no se cierran, sino que están siempre disponibles y se usan cuando es necesario". En cuanto a la espera, el hospital aseguró que "una parte importante de estos pacientes permanecen en Observación, donde también son atendidos".