Agentes sociales (que habían exigido contundentemente hace poco una solución al cierre desde el 2014 de las instalaciones), instituciones y organizadores de congresos coinciden, en líneas generales, en mostrar su satisfacción por la noticia adelantada en la edición de ayer de Diario CÓRDOBA sobre el reinicio de las obras para volver a abrir el Palacio de Congresos a principios del 2018. Sin embargo, reclaman más información y no dejan de mostrar su inquietud por que tras la reapertura, la amplia reforma integral por fases del resto del Palacio de Congresos, a acometer hasta el 2021, sea compatible con la celebración de eventos.

El ejemplo más claro de esta mezcla de satisfacción e inquietud era Vicente Serrano, presidente de la Asociación de Organizadores de Congresos, que sin dejar de mostrarse contento por la noticia mostraba sus dudas sobre los plazos y, particularmente, por si la posterior reforma integral de otros espacios puede devenir en conflictos como el que ha tenido cerrado este centro.

Coincidiendo con esta opinión, pero algo más optimista, se manifestaba Ignacio Fernández Mesa, presidente de la Cámara de Comercio, una de las cuatro entidades que firmaron recientemente un manifiesto exigiendo el desbloqueo de la obra. Al respecto, y aún sintiendo «que se haya dilatado tanto en el tiempo y aún se dilate la solución, hay que estar satisfecho por que la Junta coja el testigo de una reivindicación de la ciudad». «Es un buen resultado, no el mejor, pero al menos un buen resultado», sentenciaba ayer Fernández Mesa.

CRESPÍN: MÁS QUE CONGRESOS / Estas dudas las despejaba ayer en unas primeras valoraciones la propia delegada del Gobierno de la Junta, Rafaela Crespín, que tras confirmar la información que ayer adelantó Diario CÓRDOBA, anunció que en breve explicará los pormenores a las entidades y sectores implicados, mostrando su satisfacción por haber superado una situación tan compleja tanto administrativa (se han tenido que resolver 38 contratos con la empresa que paralizó las obras) como técnicamente, al tratarse de un inmueble BIC de alto valor patrimonial declarado. Eso sí, Crespín recordó que el atractivo de este conjunto no solo beneficiará por el turismo de congreso, sino que será un aliciente para todo tipo de visitante.

AMBROSIO: ERA «INSOSTENIBLE» / Por su parte, la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, quiso ayer «agradecer a la Junta de Andalucía que haya adoptado medidas para una situación que era insostenible para una ciudad que, como Córdoba, debe tener en el sector de los congresos una de las palancas fundamentales de su economía. Con esta decisión a partir de hoy se puede empezar a trabajar para que este equipamiento y la actividad que genera se planifiquen de la manera más eficiente y más rentable a los intereses de la ciudad, sin renunciar de ningún modo a que la solución definitiva se acelere todo lo posible», dijo refiriéndose al proyecto a medio plazo de reforma por fases del que ayer informó este periódico.

Por su parte, Antonio Díaz, presidente de CECO, declinó hacer declaraciones hasta conocer directamente por la Junta los pormenores de una solución largamente reclamada por CECO.