Representantes de la Delegación de Salud, del hospital Reina Sofía, de los centros sanitarios de Córdoba y de sindicatos y colegios sanitarios se han concentrado esta mañana en el centro de especialidades Carlos Castilla del Pino, con motivo de la conmemoración hoy del Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario. El presidente del Colegio de Médicos, Bernabé Galán, en representación de los presentes, leyó un comunicado en el que destacó que “la violencia contra los sanitarios, que es una de las profesiones más valoradas por los ciudadanos, se trata de un problema de violencia en sí mismo contra el que debemos tener tolerancia cero”. “El importante número de agresiones a profesionales sanitarios que se registran anualmente por parte del Observatorio de las Agresiones es solo la punta del iceberg. Se producen no solo agresiones físicas, también verbales, y se trata de una violencia que genera un escenario de desconfianza y consecuencias perjudiciales para los profesionales y los ciudadanos”, señaló Galán. “La consideración de que estos hechos sean tipificados como delito contra la autoridad pública ha sido un logro fundamental a la hora de afrontar las agresiones, pero queda por conseguir que las injurias, vejaciones y acoso psicológico contra los sanitarios sea castigado con penas más contundentes, que no se queden en una multa, para que sean ejemplarizantes”, demandó el presidente del Colegio de Médicos. “La disposición del Ministerio de Sanidad, del Ministerio de Justicia, del Consejo General del Poder Judicial, la Fiscalía General del Estado, Oficina del Defensor del Pueblo y las Consejerías de Salud de las comunidades autónomas frente a este problema ha sido de gran ayuda para combatir la violencia. Es necesario seguir trabajando juntos para fomentar una conciencia positiva hacia los servicios sanitarios, que deben desarrollar su trabajo en las condiciones mejores posibles”, manifestó Bernabé Galán.

“ Pedimos que se refuercen las condiciones preventivas y de protección de los profesionales, las medidas de seguridad en los centros públicos y privados, que las agresiones sean consideradas delitos de atentado contra la autoridad tanto en el ámbito público como privado, que la intimidación y agresión física a sanitarios sea considerada como delito, que se unifique la tipificación judicial de las agresiones y que tengan el mismo criterio en todas las comunidades autónomas, que el registro nacional de agresiones cuente con un mapa de riesgos para actuar donde haya más casos y solicitamos más sensibilización acerca de que los servicios sanitarios son un bien público que hay que cuidar”, añadió Galán.

INCREMENTO DE LOS CASOS

Por su parte, la delegada de Salud de la Junta, María Ángeles Luna, recordó que “aunque en nuestros centros sanitarios se desarrollan más de cien millones de actos sanitarios al año la tolerancia frente a las agresiones debe ser cero”. “No queremos que nuestros profesionales sean atacados y para ello la Junta de Andalucía puso en marcha un plan contra las agresiones en el 2005”, indicó Luna. Durante el 2016 se produjeron en Córdoba 171 agresiones a profesionales sanitarios, de las que 33 fueron físicas y 148, verbales, lo que supuso un incremento del 15% frente a los datos del 2015 y más del doble de las que hubo hace 4 años, en el 2013. Por otro lado, la portavoz del Sindicato Médico en Córdoba, Pilar Bartolomé, demandó al Ministerio de Sanidad que "reactive el grupo de trabajo de agresiones sanitarias para elaborar un Protocolo Integral de Agresiones a Sanitarios, que se aplique de forma uniforme en las 17 comunidades autónomas, que se adopte la denominación de violencia social para este tipo de agresiones y que las sentencias y los juicios contra profesionales sanitarios sean más rápidos". CSIF denunció que en "el Servicio Andaluz de Salud se producen una media de una agresión cada dos días a los profesionales de la sanidad pública cordobesa, según los datos que maneja este sindicato respecto al número de agresiones en el ámbito sanitario andaluz en 2016. Para CSIF son "muy alarmantes los datos, ya que señalan que el 71,3% de las agresiones se produjeron hacia las mujeres, por lo que exige medidas especialmente destinadas hacia ese colectivo. En concreto, 122 agresiones se produjeron hacia las mujeres y 49 hacia los hombres. Del total, el 18,1% fueron hacia el personal de gestión y el 81,8% hacia el personal sanitario, siendo 138 fueron no físicas y 33 fueron físicas".